Imagínate que es Agosto, exactamente el día 24. Vives al lado del Mediterráneo, hace calor, tal vez es un día de bastante calor y ya ha pasado el mediodía. Estas esperando que llegue la 1 para dejar de trabajar e ir a comer. Hoy te apetece algo fresco, al menos un buen vaso de agua. Esta tarde no podrás trabajar. Aún estando bajo el toldo, hace demasiado bochorno y mejor se estará echado a la siesta. Después de comer no habrá mucha clientela. ¿Quién se atreverá a salir a la calle?
Mañana hay mercado y tienes que terminar unas piezas que estás haciendo en el torno. Lo malo es tener que utilizar el horno para que se seque el barro. Y tiene que ser cuando caiga el sol, porque si no, no aguantas cerca de él. Luego, por la noche, pintarás esa vasija con el pigmento azul que compraste ayer. Al final, siempre con prisas. Si no fuera por el calor... De todas formas, te viene bien. Por la noche se trabaja mejor. Y para mañana estará seco y podrás venderlo, junto con el resto de vasijas que has hecho la última semana.
En verano, otros años la venta ha decaído. Pero este año, los dioses han sido generosos contigo. Todo el año han habido pequeños terremotos que han hecho poco a poco añicos las vajillas de los habitantes de la ciudad y han tenido que reponerlas. Malo para los clientes, bueno para ti. No hay mal que por bien no venga.
Ya es hora de comer. Se empieza a sentir un temblor en la tierra. Sonríes. Mañana puede ser un buen día.
El terremoto se hace más violento. Apenas puedes mantenerte en pie. Las vasijas caen al suelo. Se oye una gran explosión. ¡Por Júpiter! ¿Qué sucede?
Levantas la vista al cielo y hay una gran nube que está ocultando el sol. Empieza a caer ceniza del cielo. Ya no sonríes. Algo te dice que, tal vez, mañana no tiene porqué ser un buen día en absoluto.
Fotograma de la serie británica "Pompeya: el último día", hecha por la BBC.
El 24 de Agosto del año 79 de nuestra era, a las 13:00 horas aproximadamente, el Vesubio entró en erupción con una explosión 100 veces mayor que la potencia de la bomba de Hiroshima, que hizo que la parte de la cumbre de la (hasta entonces) montaña desapareciera. Esta violenta erupción provocó una nube de polvo, gases y materia incandescente que alcanzó los 30 kilómetros de altura, y que fue visible en kilómetros a la redonda. Como primera consecuencia, la ciudad de Pompeya, con 20.000 habitantes, desapareció del mapa.
Previamente, se habían registrado terremotos en la zona. De hecho, 17 años antes habían sufrido un terremoto que produjo daños importantes en las ciudades de la zona. Y sirvió para que se reconstruyeran más suntuosamente. Porque los romanos desconocían el posible significado de los terremotos. Para ellos, y para cualquiera, el Vesubio era una montaña (no tenía cráter siquiera). Y no sabían nada de vulcanología. De hecho, no hay en latín ninguna palabra que defina un volcán. La palabra vulcanología es una palabra moderna.
El monte Vesubio desde satélite.
Al principio de la erupción, los habitantes de los pueblos alrededor del Vesubio estuvieron tranquilos. No tenían nada qué temer, porque no sabían qué era lo que tenían que temer.
La nube piroclástica que formó el volcán arrasó la ciudad de Pompeya sin dar tiempo a evacuar organizadamente ni a huir desorganizadamente. Una nube piroclástica es una mezcla de lava y gases. La lava se enfría rápidamente al contacto con la atmósfera, convirtiéndose en arena incandescente. Cuando la masa de la nube piroclástica es muy alta (es decir, pesa demasiado), en vez de subir se comporta como ríos de lava, bajando por las laderas del volcán y arrasando todo a su paso. Esto es lo que pasó en Pompeya. La ciudad fue "solidificada" bajo una nube de gas y polvo que mató a sus habitantes, como si echáramos cera sobre una casa de muñecas.
Un testigo de excepción fue Plinio el Joven, que vió el fenómeno desde lejos y describió la nube que se formaba. Su tío, Plinio el Viejo, curioso, quiso verlo todo más de cerca y se hizo al mar desde Miseno, 30 kilómetros al oeste del volcán, desde donde se veía la nube. Desembarcó a casi 5 kilómetros al sur de Pompeya, en Stabia, porque les fue imposible hacerlo en las playas cercanas. Intentaron hacerse a la mar al día siguiente, pero no pudieron embarcar y, al intentar huir por tierra, Plinio el Viejo murió asfixiado en la playa.
Zonas de alcance de la erupción del Vesubio
En aquella época, Pompeya se encontraba a la orilla del mar y al lado pasaba el río Sarno. La erupción creó una playa, alejando la ciudad de la costa y desvió el curso del río.
El resultado fue que Pompeya se "conservó", al igual que otra pequeña ciudad más cercana al volcán, Herculano, de unos 5.000 habitantes. Y digo se "conservó", aunque debería decir desapareció de la memoria de los hombres con el transcurso del tiempo, bajo capas y capas de ceniza volcánica.
Fueron descubiertas en el siglo XVIII, Herculano en 1738 y Pompeya en 1748. En realidad, parece que se descubrieron en 1550, por el arquitecto Fontano que, excavando un nuevo curso para el río Sarno, se encontró (mala suerte la suya) con frescos eróticos. Y como en el siglo XVI era muy puritanos, los volvió a tapar. Esto no está demostrado, pero la zona de los frescos eróticos, cuandos empezaron las excavaciones sistemáticas, los informes de la época hablan de que se habían desenterrado y vuelto a enterrar con anterioridad.
Fotografía de una erupción del Vesubio el 26 de Abril de 1872.
Las excavaciones de Pompeya han revelado una forma de arqueología diferente a la que están acostumbrados los estudiosos. Casi todo está intacto: casas, pinturas, maderas, utensilios... e incluso personas. Encontraban, a veces, huecos en la ceniza compactada de personas. El arquelógo Giuseppe Fiorelli, en 1860, tuvo la idea de rellenar los huecos con yeso, donde se puede apreciar perfectamente a las personas. Había tenido la idea de poner alguna foto, pero mejor os dejo el enlace. Es que dan un poco de pena.
Una calle de Pompeya en la actualidad
Si tenéis tiempo, el artículo de la Wikipedia es muy bueno y hay un montón de fotografías con los frescos (eróticos y no eróticos), casas, calles, edificios, esculturas... Merece la pena echar un vistazo. Os dejo los enlaces: Wikimedia Commons (fotografías), Pompeya y Monte Vesubio.
Para terminar, si pensáis en ir todos este próximo verano a admirar in situ Pompeya, pongo otro bonito enlace, que habla de que la segunda gran desaparición de Pompeya la están haciendo los turistas, por erosión y robo (hay que ser malnacido) y la contaminación. Y para los que no puedan o no quieran ir, hay una página con reconstrucciones por ordenador.
La fuente para el post es la Wikipedia y las fotos son de Wikimedia Commons.