La salsola kali es una planta originaria del continente euroasiático. Tiene infinidad de ramas que crecen formando un arco hacia el mismo tallo de donde nacen, que le da a la planta una forma redondeada. Las hojas son pequeñitas y también tiene espinas. Pertenece a la familia de las espinacas. La salsola kali es comestible cuando es joven, aunque en pequeñas cantidades. Tiene un alto contenido en potasio, con lo que se la ha utilizado para fabricar vidrio y la elaboración de sosa para jabón.
Tiene infinidad de nombres: barrilla borde, barrilla pinchosa, almajo de jaboneros, salicor de La Mancha, capitana, rueda desiertos, trotamundos, espinadella, salat, cardo ruso. En mi zona, se la llama chucho, ruedamundos y malvecino.

Su adaptación al medio es asombrosa. Prefiere los terrenos arenosos y secos y soporta temperaturas muy altas y muy bajas. El tallo es en su base débil, por lo que, cuando se seca en otoño, un golpe de viento separa la planta del suelo y la echa a rodar. Las semillas están recubiertas por una cápsula que también se debilita cuando se seca. Cuando la planta tropieza en su viaje con una piedra o una valla, el golpe hace que se liberen las semillas. Una sola planta puede tener hasta 1 millón.
Habréis adivinado que se trata de esa planta rodante ("tumbleweed", "saltwort") que sale en las películas del Oeste. Está extendida por todo el mundo.
Entonces, ¿a qué viene el título del post? A que a mí no me engañan...
Vas con tu coche tranquilamente. Hace viento. Y, de repente, ves que a toda pastilla llega una planta redonda hacia la carretera. Como ser pensante que eres, calculas que, a la velocidad que vas, te das con ella. Seguro de ti, levantas el pie del acelerador y observas asombrado como la planta va más despacio. Entonces, aceleras un poquito, pero la planta cobra nuevos bríos y acelera también. El final es inevitable: hagas lo que hagas, la planta demoníaca se estrella con el coche, dejando ramitas en el parabrisas y arañando todo lo que encuentra a su paso.
¡Maldita sea!
Eso no es todo, porque, a lo largo del camino, se repite. Y sonríes cuando logras esquivar (por milímetros) a la siguiente, que se la "come" el coche de atrás. Pero la próxima también va a por ti, y la siguiente y la siguiente...
Hay algunas que parecen inofensivas, al borde de la carretera, detenidas en su loca carrera por los quitamiedos. Pero ellas siempre ganan, han dejado allí sus semillas para el año próximo. Seguro que se ríen por dentro, seguro que piensan "Arrieritos somos..."
Y si conduces por una autovía o una autopista, la valla metálica las detiene antes, pero se amontonan una sobre otra, escalando poco a poco, intentando ganar la valla y dejando semillas DENTRO de la zona de la autovía. Y de una planta nacen miles y, de esas miles, cientos de miles y así hasta el infinito.
Porque su plan oculto es inundar todo el planeta para conquistarlo y hacer de él toda una única planta rodante del demonio.
¡Seguro!
Tal vez he exagerado un poco. No sé...
Los datos los he sacado de la Wikipedia y de un reportaje que vi hace ya tiempo en la tele, un documental de la 2. En esta página podéis consultar las aplicaciones culinarias. Las fotos son de Wikimedia Commons.
Pero nada hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de Mad Hatter, que me dio el nombre de la dichosa planta. Muchas gracias, encanto.