sábado, 6 de diciembre de 2008

Ciencias ignotas

Tal vez, muchos de vosotros habréis leído a H. P. Lovecraft, sus cuentos de terror. Y, si es así, habréis también leído en sus escritos sobre un misterioso y peligroso libro, el Necronomicón, un libro que versa sobre saberes olvidados, ritos de magia ancestral que convoca a seres antiguos. Un libro que, con tan sólo leerlo, provoca la locura y la muerte.

Como podéis imaginar, era un libro inventado. Lovecraft le creó un rastro "histórico" para darle verosimilitud dentro de su obra. Pero es, al fin y al cabo, una invención.

Sin embargo, el conocimiento digamos "oscuro" siempre ha atraído a "vivos" (entiéndase 'pillos, listos') y a gente que quiere creer (entiéndase 'crédulos'). Así es que si hacéis una búsqueda, encontraréis sitios donde se puede descargar, donde se puede comprar... Aunque la mayoría de los enlaces están rotos, no conducen a ningún libro. O si lo hacen, es un compendio de la "historia" del libro (la que inventó Lovecraft) y de los relatos donde aparece.

Lovecraft tuvo que desmentir varias veces que fuera un libro real. El supuesto autor del libro, el yemení del siglo VIII, llamado Abdul Alhazred es un nombre, también inventado, que si leemos en inglés el apellido "alhazred" es "all has reed", un juego de palabras que significa 'el que lo ha leído todo'. Fue un nombre ficticio que se dió a sí mismo Lovecraft tras leer Las mil y una noches en su infancia.

De todas formas, parece que esto del Necronomicón se ha convertido en una especie de broma. Según la Wikipedia, en alguna biblioteca del mundo se le ha abierto ficha, a sabiendas de que es un libro falso, contribuyendo así a mantener el misterio, porque, claro está, el libro no se puede ver, y ni hablemos ya de leer o de prestar.



Esta historia la encontré en la Wikipedia, dando una vuelta por enlaces diversos. Las fotografías son de Wikimedia Commons.


domingo, 26 de octubre de 2008

Fitoconjura para conquistar el planeta

La salsola kali es una planta originaria del continente euroasiático. Tiene infinidad de ramas que crecen formando un arco hacia el mismo tallo de donde nacen, que le da a la planta una forma redondeada. Las hojas son pequeñitas y también tiene espinas. Pertenece a la familia de las espinacas. La salsola kali es comestible cuando es joven, aunque en pequeñas cantidades. Tiene un alto contenido en potasio, con lo que se la ha utilizado para fabricar vidrio y la elaboración de sosa para jabón.

Tiene infinidad de nombres: barrilla borde, barrilla pinchosa, almajo de jaboneros, salicor de La Mancha, capitana, rueda desiertos, trotamundos, espinadella, salat, cardo ruso. En mi zona, se la llama chucho, ruedamundos y malvecino.

Salsola kali

Su adaptación al medio es asombrosa. Prefiere los terrenos arenosos y secos y soporta temperaturas muy altas y muy bajas. El tallo es en su base débil, por lo que, cuando se seca en otoño, un golpe de viento separa la planta del suelo y la echa a rodar. Las semillas están recubiertas por una cápsula que también se debilita cuando se seca. Cuando la planta tropieza en su viaje con una piedra o una valla, el golpe hace que se liberen las semillas. Una sola planta puede tener hasta 1 millón.

Habréis adivinado que se trata de esa planta rodante ("tumbleweed", "saltwort") que sale en las películas del Oeste. Está extendida por todo el mundo.

Salsola kali seca, arbusto rodante de las peliculas del Oeste (Western)

Entonces, ¿a qué viene el título del post? A que a mí no me engañan...

Vas con tu coche tranquilamente. Hace viento. Y, de repente, ves que a toda pastilla llega una planta redonda hacia la carretera. Como ser pensante que eres, calculas que, a la velocidad que vas, te das con ella. Seguro de ti, levantas el pie del acelerador y observas asombrado como la planta va más despacio. Entonces, aceleras un poquito, pero la planta cobra nuevos bríos y acelera también. El final es inevitable: hagas lo que hagas, la planta demoníaca se estrella con el coche, dejando ramitas en el parabrisas y arañando todo lo que encuentra a su paso.

¡Maldita sea!

Eso no es todo, porque, a lo largo del camino, se repite. Y sonríes cuando logras esquivar (por milímetros) a la siguiente, que se la "come" el coche de atrás. Pero la próxima también va a por ti, y la siguiente y la siguiente...

Hay algunas que parecen inofensivas, al borde de la carretera, detenidas en su loca carrera por los quitamiedos. Pero ellas siempre ganan, han dejado allí sus semillas para el año próximo. Seguro que se ríen por dentro, seguro que piensan "Arrieritos somos..."

Y si conduces por una autovía o una autopista, la valla metálica las detiene antes, pero se amontonan una sobre otra, escalando poco a poco, intentando ganar la valla y dejando semillas DENTRO de la zona de la autovía. Y de una planta nacen miles y, de esas miles, cientos de miles y así hasta el infinito.

Porque su plan oculto es inundar todo el planeta para conquistarlo y hacer de él toda una única planta rodante del demonio.

¡Seguro!


Tal vez he exagerado un poco. No sé...


Los datos los he sacado de la Wikipedia y de un reportaje que vi hace ya tiempo en la tele, un documental de la 2. En esta página podéis consultar las aplicaciones culinarias. Las fotos son de Wikimedia Commons.

Pero nada hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de Mad Hatter, que me dio el nombre de la dichosa planta. Muchas gracias, encanto.


domingo, 19 de octubre de 2008

¿Lo importante es que hablen de ti?

"Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello."

Escrito por Salvador Dalí a la edad de 15 años. (Wikiquote)



Desde luego, no se equivocó. Fue un artista genial. En muchas ocasiones, extravagante y excesivo, pero genial.

En su biografía hay un hecho que es difícil de calificar. Hizo de la provocación un arte. Pero, tal vez, en una ocasión, se pasó una chispa.

Para contar esto, necesito cambiar de tema y hacer un poco de historia.

Sin duda os sonará el nombre de Charles Lindbergh. Fue el primer aviador que cruzó el océano Atlántico en solitario sin realizar escala alguna en 1927. Lo hizo en un aeroplano, bautizado con el nombre de Spirit of Saint Louis, desde el campo de aviación Roosevelt de Nueva York, en Long Island, hasta el aeródromo de Le Bourget, cerca de París, en un tiempo de 33 horas y 32 minutos.

Este hecho le convirtió en el hombre más reconocido de la época a un lado y otro del Atlántico. Se le consideró una eminencia en aviación y en cuestiones aeronavales. Decir que era famoso es casi decir poco. Era el hombre del año, el yerno que todas las madres querían, el novio que todas deseaban, en definitiva, todo un héroe del cielo. Invitado de incontables recepciones, homenajeado por doquier.


Portada del programa para el banquete dado a Charles Lindbergh por la Comisión de Recepciones del alcalde de la ciudad de Nueva York el 14 de Junio de 1927.

Lindbergh Day, Springfield (Vermont) el 26 de Julio de 1927.

En 1929, Charles Lindbergh se casó y el 1 de marzo de 1932 secuestraron a su hijo pequeño de 19 meses. Este hecho provocó una conmoción en todo el país e, incluso, en el extranjero. Durante más de dos meses, los Estados Unidos estuvieron en vilo por la suerte del pequeño. El hijo de Lindbergh apareció el 12 de mayo asesinado con un golpe en la cabeza, a pesar de que el secuestrador había cobrado un rescate. Fue llamado el crimen del siglo.

Dos años más tarde, en 1934, fue detenido un carpintero de origen alemán, Bruno Hauptmann, por este hecho. El juicio duró dos años. Fue condenado por el secuestro y asesinato del hijo de Lindbergh a morir en la silla eléctrica. Él siempre defendió su inocencia. El juicio se basó únicamente en pruebas circunstanciales. No es difícil suponer que desde 1932, año del secuestro, hasta 1936, año en que se ajustició a Hauptmann, el tema estrella en Estados Unidos fue éste.

En esa época, Dalí y Gala hicieron su primer viaje a Estados Unidos. La alta sociedad estaba encantada y tenían un gran éxito por donde iban. El surrealismo estaba de moda. Antes de partir hacia Europa, en enero de 1935 (en pleno jucio a Hauptmann), la millonaria Caresse Crosby, su anfitriona en Estados Unidos, les organizó una fiesta de despedida. Dalí se encargó de la decoración del espacio y de los disfraces de los asistentes. La fiesta fue llamada "Baile Onírico". Dalí apareció disfrazado de momia e ideó el traje de Gala: llena de tierra y hojarasca, con dibujos de hormigas subiéndole por el cuello y un muñeco en los brazos que representaba al hijo de Lindbergh putrefacto.

La fiesta fue sonada. El escándalo en el baile y en la prensa fue también sonado. Dalí tuvo que pedir disculpas. Luego, ya en París, los surrealistas de su grupo le afearon la conducta de pedir perdón por un acto surrealista.


Esta historia creo que la oí primero en algún reportaje televisivo de hace años sobre Dalí. Luego, la anécdota la volví a oír en la radio. Existe, al parecer, una foto de Gala y Dalí hecha por la anfitriona de la fiesta, Caresse Crosby, pero no he podido encontrarla.

Para leer algo sobre este hecho, he encontrado sólo breves apuntes en diferentes Wikipedias: francesa, española (al final del párrafo) e inglesa (ésta contiene errores, la fiesta fue en Nueva York y no en Boston y se habla de que fue una idea conjunta con Buñuel).

Para leer sobre la fiesta, la decoración, el éxito de Dalí entre la sociedad y el escándalo que se produjo, os dejo un enlace al libro escrito por Lluis Llongueras sobre Dalí.

En este caso, Dalí fue fiel a un par de frases que he encontrado en Wikiquote: "El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos." y "Lo importante es que hablen de tí, aunque sea mal". Ya, a cada uno, corresponde decidir si se pasó o no.

Todas las fotos están sacadas de Wikimedia Commons.


domingo, 12 de octubre de 2008

Misterios en el mar


Esta noticia apareció en el New York Times el 26 de Febrero de 1873. Si leéis la noticia con atención, veréis las incongruencias: podían haber sido asesinados o desembarcaron en alguna isla, el casco estaba intacto pero se podría haber producido un choque, unos piratas podrían haber robado la carga, pero ésta ha sido reclamada, con lo que aún se encontraba a bordo...

La historia del Mary Celeste es ésta. No le falta ni un dato, porque no existe dato alguno.

El barco se construyó en Nueva Escocia (Canadá) y fue botado en 1861. Por entonces, fue llamado Amazon. El capitán que lo iba a comandar nunca llegó a hacerlo, murió ahogado. El segundo, murió en el primer viaje.

El 5 de noviembre de 1872, nuestro barco, ya bautizado como Mary Celeste, zarpó de Nueva York con un cargamento de 1.701 barriles de alcohol industrial rumbo a Génova. A bordo, la tripulación era de 7 hombres, el capitán Benjamin Briggs, su mujer y su hija de dos años. Hasta aquí todo normal.

Pintura del Amazon entrando en Marsella. Imagen de Wikimedia Commons.

Un mes después, el Mary Celeste fue avistado cerca de las islas Azores por la tripulación del Dei Gratia, cuyo capitán Morehouse, dió la orden de acercarse y pudieron ver el nombre. Todos los del Dei Gratia observaron que no había nadie a bordo, que algo raro pasaba.

El Mary Celeste fue abordado y reconocido de cubierta a bodega, por si sus tripulantes se encontraban en apuros, o enfermos, pero nadie fue encontrado. No faltaba la carga, la ropa estaba colocada en los cajones, no había signos evidentes de lucha. Eso sí, faltaba el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro y el cuaderno de bitácora. En el diario de navegación, que sí estaba en el barco, la última anotación era del 24 de noviembre, que reflejaba que el mar había estado revuelto. Nada más.

Y como la imaginación es libre, y hay historias que dan para mucha imaginación, el Mary Celeste se convirtió en el barco fantasma más conocido, su historia reinventada y recontada, añadiendo cuales elementos pudieran resultar más inquietantes. No ayudó mucho que la primera historia corta que escribió Arthur Conan Doyle, famoso por sus novelas de Sherlock Holmes, estuviera ligeramente basada en el suceso con el Mary Celeste, fuera publicada en un periódico, se diera por cierta y enredara más el asunto (tazas aún tibias...).

El capitán Morehouse ordenó que el barco fuera llevado a Gibraltar y se inició allí una investigación. No se sacó nada en claro, había demasiados interrogantes. El caso se cerró y los pasajeros y tripulación del Mary Celeste nunca apareció.

Se habló de piratas, pero había objetos de valor en los camarotes. Se habló de que la tripulación se emborrachó y mató al capitán y a su familia, pero el alcohol era de uso industrial y mortal. Se habló de una fuerte tormenta que podría haber arrastrado a los de cubierta, pero no se hallaron los destrozos propios de esa circunstancia y, aún así, no hubiera arrastrado a la gente que se hallaba en los camarotes. Se habló de sangre en cubierta, que al final resultó ser óxido. Se habló de que el capitán Morehouse del Dei Gratia podría haber estado en connivencia con el capitán Briggs para cobrar el rescate del barco, pero no se demostró nada. Se habló del ataque de un calamar gigante... Por hablar, que no quede.

La solución más plausible que se barajó es que el barco fuera voluntariamente abandonado por culpa del cargamento, alcohol muy inflamable, que pudo provocar un pequeño fuego, con lo que el capitán pudiera haber ordenado el desembarco y alejarse en el bote salvavidas.

En mayo de ese año, 1873, llegaron a las costas de Asturias dos botes, uno con un cadáver y una bandera americana y otro con cinco cadáveres, pero nunca se investigó a qué barco pertenecían.

Lo que sí es claro como sol de primavera es que el Mary Celeste se convirtió en el modelo de barco fantasma, a la deriva, sin tripulación, navegando por los mares.

Sin embargo, el Mary Celeste no acabó sus días siendo un barco fantasma, aunque sí un barco maldito. En 1884 fue comprado por el capitán Gilman C. Parker, que lo cargó en Boston con rumbo a Haití. Las intenciones del capitán Parker no fueron otras que dar el pelotazo, porque aseguró el barco y la carga por mucho más dinero del que valía. Al parecer, hizo encallar el barco en la costa de Haití, descargó lo valioso, incendió el barco e intentó cobrar el seguro. Pero se descubrió todo el montaje. Algunas fuentes hablan de que se libró de la horca por un defecto de forma en el juicio, otras dicen que se libró por muerte repentina. Tenía dos compinches el capitán: uno se suició y otro murió enajenado en un manicomio. Más leyenda oscura para el Mary Celeste, cuyos restos fueron "descubiertos" en 2001.


Siempre supuse que el Mary Celeste era una invención, porque leí hace ya tiempo un relato de género fantástico sobre él. ¡Cuál fue mi sorpresa al descubrir, hace años, que había existido de verdad!

Para el artículo, he utilizado las Wikipedias en castellano, francés e inglés. También tres páginas (1, 2 y 3), donde lo cuentan mejor que yo. En las dos primeras dan dos explicaciones plausibles, desde el punto de vista náutico, de lo que pudo suceder.

El "recorte de periódico" del principio es una traducción de un verdadero artículo. Al haberlo traducido yo y tener un nivel de inglés que roza el 0, puede tener bastantes fallos, aunque el cuerpo creo que está bien reflejado. Si pincháis, enlaza con el original en inglés.


viernes, 12 de septiembre de 2008

De noche soy otra mujer

Hace mucho que no pongo un vídeo. El otro día, repasando cedés, encontré uno recopilatorio de Alaska de canciones de sus primeros tiempos. ¡Qué gozada! Ahora canto a pleno grito en el coche que busco un hombre de verdad, porque sospecho que mi novio es un zombi de ojos amarillos, que ni tú ni nadie puede cambiarme, porque lo que quiero es ser un bote de Colón para salir en televisión y tú, tú, tú eres el rey del Glam.

Y, para colmo, de noche soy otra mujer, voy armada de cabeza a los pies. Soy:

LA FUNCIONARIA ASESINA - Alaska y Dinarama






Desde que vi en su época este vídeo en "La Bola de Cristal" no recuerdo haberlo vuelto a ver. ¡Viva el mal, viva el capital!

La letra, para refrescar, la pongo en los comentarios. Disfrutad del fin de semana.


martes, 9 de septiembre de 2008

La vida e increíbles aventuras de Pedro Serrano

Banco de Serrana

El Banco Serrana (Serrana Bank). 37 kilómetros de longitud por 15 km de anchura. Sólo arena que apenas sobresale por encima del agua, apenas vegetación. Claro está, nada de agua dulce, nada de refugio para el sol, para la lluvia... ¿Podríamos llamarlo un infierno de arena? Depende del tiempo que pasemos en él.

En 1526, un patache español naufragó cerca de ese banco de arena, situado en el mar Caribe.

Hubo tres supervivientes del naufragio, el capitán Pedro Serrano y dos marineros más, que pudieron llegar a la "tierra firme" del banco de arena.

Uno de los marineros murió al poco de llegar. Los otros dos, intentaron sobrevivir. A los pocos meses de estar por allí, llegó un bote. Pero no era la salvación para ellos. Eran dos marineros de otro naufragio. No me puedo imaginar la desesperación. En el bote marcharon uno de los recién llegados y el marinero del barco del capitán Serrano, en busca de ayuda. Nunca jamás se supo de ellos.

Pedro Serrano y el marinero que prefirió quedarse lucharon por su supervivencia. Aprovechaban los desechos de naufragios que les llegaban del mar, utilizaban caparazones de tortugas como cuencos para recoger el agua de lluvia, comían tortugas, pájaros y peces. Hacían fuego con la madera de los navíos cuando veían un barco a lo lejos, con la esperanza de ser vistos. Pero los navíos siempre estaban demasiado lejos. Con el tiempo, lograron construir una pequeña torre con piedras y conchas para guarecerse y protegerse a ellos y al fuego del viento y de la lluvia.

¿Cuánto tiempo? Fueron 8 años sabiéndose en una isla que no estaba cartografiada, sabiendo que sería un milagro que les salvaran, que tierra firme era prácticamente una ilusión. Y, asombrosamente, nunca dejaron de sentir esperanza, porque lo consiguieron.

Tras esos 8 años, de 1526 a 1534, un galeón acertó (bendito tino) a pasar cerca. Los tripulantes de ese galeón vieron las señales de humo, señal inconfundible de náufragos. El capitán del galeón ordenó poner proa al humo. Y, en un bote, salvaron a esos dos seres humanos. El marinero no llegó a ver tierra firme, murió en el galeón.

Pedro Serrano tuvo vida para contar su historia en Europa, de país en país, de corte real en corte real. Y tuvo también tiempo para escribirla y su relato está en el Archivo General de Indias, en Sevilla.

Y como casi toda historia de mar, existe historia del tesoro. En 1990 unos cazatesoros fueron a isla, donde encontraron restos de la torre construida por los náufragos. También fueron buscando un supuesto tesoro. Desde luego, en sus crónicas, Pedro Serrano nunca habló de ningún tesoro. No sé si con lógica o sin lógica, pero en medio de un naufragio no creo que llevarse algo de oro fuera la prioridad. Suele ser lo que te arrastra hasta el fondo.

Es de suponer que para Pedro Serrano el tesoro más preciado que salvó fue su propia vida.


La historia de Pedro Serrano fue muy conocida en la época y él llegó a ser un personaje famoso. Parece cierto que Daniel Defoe, que tuvo intereses comerciales en España, supiera de la historia casi dos siglos después y se basara o ideara su Robinson Crusoe a partir de las vivencias de Alexander Selkirk y Pedro Serrano.

El banco de arena recibió el nombre de Serrana Bank. Así llamado (y cartografiado) apareció por primera vez en un mapa holandés de 1545. Aquí os dejo un enlace con algunas fotos en alta calidad.


jueves, 4 de septiembre de 2008

La vida e increíbles aventuras de Alexander Selkirk

Alexander Selkirk fue un marinero escocés. A principios del siglo XVIII, Mister Selkirk estaba enrolado en un barco corsario que fustigaba las costas de Chile. En octubre de 1704, el barco corsario hizo una escala técnica en una isla deshabitada para aprovisionarse de madera y agua potable, antes de volver a Inglaterra. El barco, un galeón llamado Cinque Ports, había sufrido numerosos daños y Mister Selkirk conminó al capitán a arreglarlo antes de aventurarse en el Cabo de Hornos.

Pero para el capitán Thomas Stradling el marinero no era muy de su agrado. Desde que habían salido de Inglaterra, Selkirk había estado en el centro de todos los intentos de motín a bordo. Rechazó la petición de arreglar el barco. El marinero, preso de la cólera, se negó a continuar de viaje y exigió que se le dejara en la isla.

Ya me imagino al capitán más feliz de una perdiz diciéndole:

-Pues bájate (si tienes un par).
-Pues me bajo (pa' par, los míos).
-Pues vale.
-Pues vale.

Y le bajaron. Una vez en la isla, a Selkirk se ve que no le gustó el paisaje. Vamos, que se dio cuenta de que se había acalorado en la discusión, que el capitán no era tan malo, que tal vez tuviera un pequeño problema de actitud, que quería volver a casa... En definitiva, que había metido la pata.

Arrepentido, pidió volver al barco. Pero el capitán seguía un pelín dolido:

-¿Que ahora el barco te parece bien? Pues antes no era lo suficientemente bueno para ti. O a lo mejor es que no te gustaba la compañía. Eres un egoísta: me quiero bajar, me quiero subir, yo quiero, yo quiero, yo, yo, yo...
-Venga, anda, déjame subir.
-Pues ahora te chinchas. ¿No querías isla abandonada? Pues te vas a hartar.
-Jo.

Y se fue el galeón.

En el fondo, ¡quién lo iba a saber!, fue una suerte. El galeón naufragó y ni pasó el Cabo de Hornos.Estatuilla de Alexandre Selkirk

Y ya tenemos en la isla a Mister Selkirk, más sólo que la una, acompañado de gatos y cabras, con un mosquete, pólvora, herramientas de carpintería, una navaja y una Biblia. Y tooooodo el tiempo del mundo.

Dos años después de su desembarco, avistó un barco al que le hizo señas para que le rescataran:

-¡Eh, eh! ¡Aquí, aquí! ¡Ah del barco!
-¡Eh, eh! ¡Un hombre allí! ¡Vamos a ver qué se cuenta! Hola, hola. ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Esas cabras son tuyas? ¿De quién eres?
-Estooooo... ¡Rayos, truenos y centellas! ¡Maldición! ¡Españoles! (Recordemos que era un pirata inglés que atacaba intereses españoles en la costa chilena.) Pues nada. Que estaba por aquí... que iba en un barco... que naufragó... y las mareas caprichosas me trajeron aquí... y mira cómo me veo... que llevo aquí dos años... que si me podéis acercar a la costa... me da igual cuál sea...
-Ya, ya. ¿Dos años? Huy, hace dos años hubo unos piratas ingleses malos... Oye, ¿cómo se llamaba el barco tuyo que naufragó?
-¡Uf! Hace tanto tiempo que no me acuerdo. Con el sol que hace aquí, a lo peor he cogido una insolación y se me ha ido la memoria... o algo...
-Tú tienes acento inglés... ¿tú no serás un pirata inglés de ésos que nos atacaba?
-¿Quién, yo? ¿Inglés? ¡Voto a tal! ¡Soy escocés, of course!
-¿Qué más da? Eres de la pérfida Albión. ¡Te hemos pillado, malandrín! ¡Disparad!

Y tuvo que correr y esconderse porque empezó a caerle una nube de balas. Ni que decir tiene que el barco se fue y le dejaron allí, vivo, y solo one more time.

Dos años y cuatro meses después, el capitán de su capitán... Veamos, el capitán del galeón de Selkirk pertenecía a un grupo de barcos que capitaneaba Woodes Rogers. Este hombre acertó a pasar por la isla donde estaba Selkirk y le salvó, tras 4 años y 4 meses, y además, le dio la capitanía de un navío que habían capturado. Recordando la hospitalidad española, volvió a piratear por la costa chilena y peruana y volvió rico a Londres en 1711.

Fue entrevistado por un periodista, que publicó su peripecia ese mismo año en el periódico The Englishman. Pero nunca volvió a ser el mismo. Gustaba de estar solo, se relacionaba con poca gente. Al final, se volvió a enrolar en un barco y murió, al parecer, de fiebre amarilla en 1721.

La historia fue muy conocida y se considera cierto que Daniel Defoe se inspirara en la experiencia de Selkirk para escribir su novela Robinson Crusoe.

La isla donde estuvo Selkirk pertenece al archipiélago de Juan Fernández, en el Pacífico, a 600 km de la costa de Chile, que se compone de dos islas y varios islotes. La isla donde estuvo se llamaba Isla Más Atierra, que fue rebautizada en 1966 como Isla Robinson Crusoe. La otra isla, que el náufrago ni vio, se llamaba Isla Más Afuera, y se rebautizó también como Isla Alejandro Selkirk, también el 1966 como homenaje.

La isla Robinson Crusoe vista desde un bote. Imagen de Wikimedia Commons.La isla Robinson Crusoe vista desde un bote. Imagen de Wikimedia Commons.


Claro está, nada de humor tuvo que haber en la historia del náufrago.

Como colofón y curiosidad: La isla fue refugio de marinos y piratas durante muchos años. Existe la leyenda de que está allí el Tesoro de Juan Fernández, que fue enterrado en 1715 por el marino Juan Esteban Ubilla y Echeverría, y posteriormente encontrado, desenterrado y vuelto a enterrar por el navegante inglés Cornelius Webb. ¿Qué puede tener de especial? 600 barriles de oro, valorados en unos 10.000 millones de dólares, doce anillos papales, la Llave del Muro de los Lamentos, la Rosa de los Vientos (una de las joyas más famosas, al parecer). De estos dos elementos, nada he encontrado en Internet (¡lástima!). También forma parte de la leyenda que habría parte de los tesoros del Imperio Inca, incluyendo el collar de la mujer de Atahualpa, decimotercer y último emperador Inca. En 2005, un robot georadar podría haber encontrado ese tesoro, pero la burocracia y la dilatación en decidir quién saca el tesoro, ha hecho que se dude de los resultados del robot y que no se haga nada. (!!!)


Fuentes: las Wikipedias en francés, español e inglés. La foto que hay en medio pertenece a una estatuilla de Alexander Selkirk de verdad. Está en Wikimedia Commons. ¿A que da cosa?


lunes, 1 de septiembre de 2008

Celo profesional

1 de septiembre.

Para la mayoría, vuelta de vacaciones.

También para mí. Primer día de trabajo... ¡Qué pereza!

Para empezar con pie, ya veremos si bueno o malo, contaré la historia de Vatel.

François Vatel, nacido el París en 1631. Hijo de un techador suizo, fue pastelero, cocinero, intendente y maître d'hôtel. El oficio lo aprendió desde los 15 años y a los 22 fue contratado como ayudante de cocina en el castillo de Vaux-le-Vicomte, en contrucción, propiedad de Nicolas Fouquet, vizconde de Melun y de Vaux, marqués de Bell-Isle y Superintendente de Finanzas de Luis XIV, el Rey Sol.

Sus grandes dotes para la organización hicieron que, en pocos años, fuera nombrado maître d'hôtel del castillo.

Castillo de Vaux-le-Vicomte

En 1661, Monsieur le Vicomte tuvo la feliz idea de ofrecer un gran banquete a su rey y toda la corte, del que Vatel será el organizador: 3000 personas, 80 mesas de invitados, 30 buffets, vajilla de oro para los invitados más eminentes, de plata para el resto, perdices, faisanes, codornices, el estreno de una obra de Molière, fuegos artificiales... Para esta fiesta, Vatel creó una receta para el postre, la crema Chantilly.

Todo un éxito. Tal fue que Luis XIV, casi en bancarrota, al ver tanta suntuosidad de su Superintendente de Finanzas, aceleró el encarcelamiento de Monsieur le Vicomte (tenía la sospecha de que malversaba los fondos públicos, y, tras la fiesta, pocas dudas le quedaron). Como curiosidad paralela, apunto que el arresto de Monsieur le Vicomte fue hecho por D'Artagnan.

¡Qué mala suerte para Vatel! El castillo cerrado, los muebles vendidos, su jefe en la cárcel... y una oferta de Monsieur Le Roi para trabajar en su nuevo castillo, Versailles. Por si acaso al rey se le ocurre encarcelarlo (no en vano él es el responsable de la organización del festín), se exilia en Inglaterra. Allí encuentra a Gouville, amigo de su antiguo patrón Fouquet. Gouville convence a Luis II de Borbón-Condé que contrate a Vatel.

Así es como Vatel entra en el servicio del castillo de Chantilly, a tiro de piedra de París, propiedad de Luis II de Borbón-Condé, primer príncipe de sangre real conocido como duque de Enghien, que era además Príncipe Condé, duque de Borbón, duque de Montmorency, duque de Châteauroux, duque de Bellegarde, duque de Fronsac, Par de Francia y general francés durante la Guerra de los Treinta Años. Relumbrón a manos llenas.


Vatel tiene el cargo de "Responsable General de la Boca" de Le Grand Condé en el castillo de Chantilly, es decir, es el encargado de la organización, de las compras y del abastecimiento, de todo lo que corresponde a "la boca" del castillo.

En 1671, Monsieur Le Grand Condé tuvo el desprendimiento de dar un esplendoroso banquete en honor del rey, para conmemorar la finalización de las obras de mejora del castillo... y para hacerse perdonar ese pequeño desliz que tuvo cuando quiso derrocar al rey durante su minoría de edad. Cosillas de familia.

Vatel tiene 15 días para prepararlo todo. Es perfeccionista hasta extremos insospechados.

Bien, pues el 23 de abril de 1671 empezó la fiesta, de tres días de duración, con tres grandes banquetes. El primer día, jueves, tras una partida de caza, se sirve la cena en el castillo. Los invitados de honor ocupan 25 mesas. En total, son 3.000 personas. Vatel tiene un gran disgusto, en dos mesas ha faltado asado. La causa es por los "invitados improvisados". Vatel lo toma como una ofensa a su honor, un error irremediable, una mancha en su reputación. Monsieur Le Gran Condé intenta tranquilizarle, todo va bien, al rey no le falta nada, no es tan grave. Vatel le agradece su bondad, pero sabe que ha faltado asado en dos mesas. A la cena se sigue un espectáculo de fuegos artificiales, deslucidos por las nubes. Seis mil francos desperdiciados.

El viernes, 24 de abril, por la mañana temprano se levanta Vatel, esperando el pedido de pescado y marisco. No llega. Viendo cómo se tomaba la falta de asado, que no llegara el pedido desde Boulogne-sur-Mer (a 200 kilómetros) es más de lo que Vatel puede soportar. Sólo ha llegado un proveedor con dos cestas. A su amigo Gouville le dice: "Señor, no sobreviviré a esta afrenta, tengo honor y reputación que perder."

Sube a su habitación, sujeta su espada con la puerta y se atraviesa tres veces el pecho. Muere. Ya no oye el ruido de gente. Uno de sus ayudantes le busca para avisarle de que ha llegado todo el pedido, a tiempo para el banquete, que fue todo un éxito.


Fuentes: Wikipédia francesa, Wikipedia española y un extracto de una carta de la Marquesa de Sévigné a su hija madame de Grigan, donde le cuenta el incidente.

En el año 2000 se realizó la película Vatel, una coproducción de Francia, Gran Bretaña y Bélgica, dirigida por Roland Joffé y protagonizada por Gérard Depardieu.

No os toméis el trabajo tan en serio.


domingo, 10 de agosto de 2008

Segundo, el primer cineasta español

Los inicios del cinematógrafo y de su industria fueron espectaculares. Por el invento en sí y porque la imaginación no tenía límites. Todo estaba por descubrir. Nadie podía decir "eso no se puede hacer" porque nadie sabía aún hasta donde se podía llegar.

Recordaréis que hace unos meses puse un post sobre los hermanos Lumière, inventores del cine, sobre Georges Méliès, el inventor de los efectos especiales en el cine, y sobre Émile Reynaud, el creador del cine animado.

Hoy os voy a hablar de otro personaje fundamental para la historia cinematográfica europea y española: Segundo de Chomón.

Nació en Teruel, en 1871. En un viaje a París, a finales de siglo, conoció el invento de los Lumière. Tras cumplir el servicio militar, se instaló en la Ciudad de las Luces en 1899, donde inventó un sistema de coloreado para las películas mediante un sistema de plantillas de celuloide. En 1902 se instaló en Barcelona, con su propia empresa, donde comercializa su invento y empieza a rodar sus propias películas.

Sobre todo, investiga en las posibilidades para conseguir efectos visuales, que utiliza en películas como Choque de trenes (1902), hecha con trucaje de maquetas, y Gulliver en el país de los Gigantes (1903) donde aplica la doble exposición y las sobreimpresiones para que se vieran gigantes los personajes. Perfecciona la técnica del stop-motion, o paso de manivela, para grabar fotograma a fotograma y crear la ilusión de movimiento. Esta técnica es utilizada, por ejemplo, para animar figuras de plastilina u objetos inanimados.

En 1906 vuelve a París para trabajar en la mayor productora del mundo, la Pathé Frères, como operador de cámara y director de trucajes. A Segundo se le atribuye la utilización consciente del travelling en escenas interiores en una plataforma especialmente diseñada para ello. Anteriormente, el travelling había sido utilizado sólo en exteriores, aprovechando los medios de transporte (tranvías, barcos, trenes).

En 1910 se instala de nuevo en Barcelona y, tras montar una productora que se va al garete, la Pathé le monta un estudio-productora donde sigue explorando e investigando. En sus películas de esta época, utiliza la continuidad cinematográfica (raccord), la analepsis (flashback) y su contraria la prolepsis (flashforward).

Trabaja también en Italia, donde es cámara y director de efectos especiales en varias producciones. En 1923 investiga un método para el cine en color con el ingeniero suizo Ernest Zollinger, con el que consiguió la Medalla de Oro de la Exposición Internacional de Fotografía, Óptica y Cinematografía de Turín.

Segundo de Chomón murió en París en 1929 de una enfermedad que contrajo un año antes en Marruecos, cuando experimentaba con el cine en color. Había dirigido 137 películas.

Su película más notable y representativa fue El Hotel eléctrico (1908), máximo exponente del stop-motion (paso de manivela).


En Satán se divierte (1907) se puede ver el coloreado, la aparición y desaparición gradual de elementos y personajes, metraje hacia atrás y utilización de diferentes tamaños de personajes.

Y a mí me encanta este corto, Les Kiriki, acrobates japonais (1907), por la buena idea, la sencillez y lo gracioso que resulta.







Esta historia la encontré "danzando" por la Wikipedia, investigando sobre películas mudas.

Os dejo el enlace a la ficha de IMDb, donde podéis consultar todas las películas que realizó,y el enlace a la biografía en la Wikipedia, donde podéis leer todo lo que hizo.


domingo, 3 de agosto de 2008

Dile cosas bonitas...

Bébetela


El bosque y otros poemas (1997) Luis Alberto de Cuenca
Weeki Wachee spring, Florida (1947) Toni Frissell



El poema está extraído de esta página del portal de poesía "A media voz". La oí hace ya tiempo, en la radio, en voz del autor.
La foto, encontrada en Wikimedia Commons.


domingo, 20 de julio de 2008

... mediocre de m...

Al hilo de los comentarios que hemos hecho en los dos últimos post, sobre todo, con el último comentario de Gotomax, me ha venido a la mente una canción de una artista que me descubrió un amigo.

SUPERGUAY - Vanexxa





Aquí tenéis los enlaces a su MySpace, donde podréis encontrar más canciones y a la página de Vanexxa en Subterfuge Records.

Me gusta también la canción "Puedo hacerlo bien", aunque el disco entero, titulado "Se rompe o se raja", está muy bien.

Espero que os guste. Disfrutad lo que queda del fin de semana. También sirve para empezar la semana con ímpetu.


jueves, 10 de julio de 2008

Conócete a ti mismo

La frase del Oráculo de Delfos del título viene pintiparada para el post anterior y para el de hoy.

¿Quién sabe de qué somos capaces? En una situación límite, ¿en qué nos podemos convertir? ¿Seríamos capaces, incluso, de reconocernos?

Hoy voy a contaros otro experimento que se hizo sobre la conducta humana en cautividad.

Veamos, el experimento se hizo en 1971, en la Universidad de Stanford, California, una de las universidades con mejor reputación del mundo. El investigador era el profesor Philip Zimbardo, psicólogo.

El experimento consistía en lo siguiente: mediante un anuncio en el periódico se eligieron a 24 alumnos universitarios, de clase social media. Habían sido sometidos a test y los elegidos eran sanos y estables psicológicamente.

En el sótano de la Universidad se creó una cárcel simulada, donde se estudiaría el comportamiento de los sujetos. Aleatoriamente (con una moneda) se hicieron dos grupos: presos y guardias.

La puesta en escena fue perfecta. La policía (de verdad) cooperó para que fuera lo más real posible: fue a las casas de los que serían los prisioneros y les detuvo por robo a mano armada, les fichó y los condujo a la cárcel, es decir, al símil de cárcel en el sótano de la Universidad.

A los guardias, el día de antes se les reunió y se les dió entera libertad para dirigir la "prisión" como creyeran conveniente, con la salvedad de que estaba expresamente prohibido ejercer violencia física.

El experimento debía durar dos semanas.

Sólo duró 6 días.

¿Qué sucedió?

El primer día fue, al parecer, poco relevante. Eso, en teoría. Recordad que recrearon una cárcel, con toda la parafernalia, es decir que a los prisioneros les raparon la cabeza, se les desnudó, les echaron los polvos esos blancos para los bichos, les dieron una vestimenta parecida a un vestido tosco, no llevaban ropa interior, les asignaron un número, se les puso una cadena enrollada al tobillo para que la sensación de opresión fuera más fuerte. No era una obra de teatro, era un estudio psicológico y requerían que las reacciones fueran verdaderas.

También hay que decir que los estudiantes que hacían de prisioneros estaban previamente advertidos de la situación que se les avecinaba.

Los guardias tenían un uniforme, un silbato, una porra y unas gafas de sol, el dominio dentro de la prisión y la advertencia de que su misión podía ser peligrosa (tal y como se hace con los guardias auténticos).

Pues eso, que el primer día no sucedió nada relevante. El segundo día, se produjo ya un motín. Los presos se quitaron los gorros (medias de nailón de mujer) y los números de la ropa e hicieron barricadas dentro de las celdas. Los guardias se hicieron cargo de la situación, disolviendo el motín con extintores. Para evitar nuevos motines, idearon un plan. Hay que decir que los guardias eran 9, igual que los presos, y que hacían turnos de 3 cada 8 horas. El motín les pilló a unos, los del siguiente turno se encontraron con el motín y acusaron a los que estaban de guardia de ser demasiado "blandos". Llamaron a los del otro turno y allí estaban todos, para anular el motín y buscar la solución. El plan que se le ocurrió a uno de ellos fue utilizar técnicas psicológicas.

Los presos dormían en 3 celdas, 3 prisioneros por celda. Los guardias organizaron una de las celdas como celda de "premio". Metieron en ella a 3 reclusos. Éstos tenían las mantas, podían ir al baño cuando querían para lavarse y cepillarse los dientes, tenían sus uniformes y camas. Los 6 restantes no. A los privilegiados se les dio una buena comida a la vista de los otros 6, a los que no se les dio de comer. Se mantuvo esta situación durante medio día y luego se les sacó a los presos "buenos" de la celda de privilegio, y se les puso con los "malos", y a algunos de los "malos" se les puso en la celda buena. Los presos "malos" que tenían a uno "bueno" en la celda pensaban que era un espía; al "malo" que se habían llevado a la celda de privilegio pensaban sus compañeros que se había chivado; el "bueno", al que habían sacado de la celda de privilegio, pensaba que habían dicho algo malo de él...

Y los guardias crearon solidaridad entre ellos, eliminando la sensación de simulación.

En el segundo día, ya estaban todos en el papel.

Pero no sólo los que participaban en el experimento. Todo el equipo de psicólogos se metió dentro de su propio experimento.

En los días siguientes, la situación se fue extremando. Los presos sentían que no podían salir de verdad; los guardias, que tenían el poder realmente. Incluso llegaron rumores de la organización de una huida de la "prisión", que, al final, no se materializó. El profesor Zimbardo llegó a la situación de pedir que se trasladara a los presos a una cárcel de verdad para evitar la evasión. Ésta, supuestamente, iba a ser organizada desde fuera, a cargo de uno de los "presos" que, debido a su deterioro psicológico, fue sacado del experimento.

Otro ejemplo del grado de implicación fue que el equipo tuvo el asesoramiento de un preso real que, en un determinado momento, hizo de jefe de la comisión de la libertad condicional de los presos. Ese hombre, que había vivido esa situación, se convirtió en un oficial autoritario y repugnante, exactemente como se habían comportado con él. Cuando acabó el experimento y se dio cuenta de su actitud, se asqueó de sí mismo.

Los presos también fueron visitados por un cura, que fue informado del experimento, para ver las reacciones de los prisioneros. La mayor de la sorpresas fue cuando ese cura fue, luego de la visita, realmente a visitar a las familias de los estudiantes que hacían de presos y les recomendó de verdad que contrataran a un abogado.

Sería largo, demasiado largo, contar todo lo que sucedió allí. Resumiendo, los "presos" vieron reducidos sus derechos como personas y ellos aceptaron aquello, bajo el convencimiento de que no podían esperar otra cosa, que no podían escapar. La esperable unión de grupo había desaparecido. Obedecían ciegamente, algunos tenían ataques de pánico. Uno incluso desarrolló una erupción psicosomática en la piel. El deterioro psicológico era importante, se habían olvidado completamente del experimento y pensaban que todo era real. Los "guardias" tenían formas diferentes de enfrentarse también a su situación: unos eran duros, pero justos; otros, eran buenos y hacían favores a los presos y otros se convirtieron en unos auténticos desgraciados sádicos.

Como he apuntado antes, el final del experimento, pensado para 2 semanas, se produjo el sexto día. El profesor Zimbardo descubrió que por la noche, cuando los guardias pensaban que las cámaras no grababan, éstos sometían a los presos a vejaciones cada vez más deningrantes. Aunque el verdadero detonante fue una recién doctorada, llamada Christina Maslach, que iba a entrevistar a los guardias y reclusos: vio como los guardias llevaban a los presos se les hacía marchar en fila hacia el lavabo, con la cabeza dentro de bolsas, las piernas encadenadas y las manos los unos sobre los hombros de los otros, mientras los guardias les gritaban. El profesor Zimbardo había empezado a salir con la doctora Maslach, y ella le gritó: «No estoy segura querer tener algo que ver contigo si esta es la clase de persona que eres. Es horrible lo que estás haciendo a esos chicos.»

Las conclusiones a las que se llegaron sobre el comportamiento de un grupo de individuos en una cárcel son muy discutidas, debido a la pérdida de la perspectiva del equipo de psicólogos que debían controlar el experimento, conocido como El experimento de la cárcel de Stanford.


Sólo he resaltado algunos aspectos de este experimento. Hay una página oficial donde se habla de él y se habla de los preliminares, el experimento, actitudes y conclusiones, página revisada por el propio profesor Zimbardo. Muy, muy recomendable.

En el artículo de la Wikipedia se habla del experimento en versión resumida y también apunta las críticas que recibió y aun recibe.

También he encontrado una entrevista al profesor Zimbardo, donde habla del experimento y de las similitudes con lo sucedido en la cárcel de Abu Ghraib, durante la guerra de Irak. También habla de su libro "El efecto Lucifer". La entrevista, titulada ¿Por qué los chicos "buenos" hacen cosas malas?, está hecha por Myriam López Blanco para la página Kindsein.

Como complemento, dejo los enlaces (1, 2 y 3) a un reportaje sobre el Experimento de la Cárcel de Stanford, con vídeos e imágenes originales y entrevistas al equipo y a los sujetos. Está en inglés sin subtítulos y en versión de alta calidad.

En 2001 se hizo una película, titulada "Das Experiment" (tráiler en alemán, tráiler en inglés). Dura, indignante. Y es sólo una recreación peliculera, es decir, que se aleja en bastantes puntos de la historia real y tiene cosas que rechinan. Pero la psicología de los personajes no está mal. La recomiendo, pero para un día que se esté de ánimo. Si se está de bajón, da muy mal rollo.


lunes, 7 de julio de 2008

Ese extraño animalito...

Al hilo del post de Tale, titulado "La obediencia debida", he recordado un experimento que se llevó a cabo en los años 60 en la Universidad de Yale.

Adolf Eichmann fue uno de los responsables del campo de concentración de Dachau durante la Segunda Guerra Mundial y el encargado de la organización de la logística de transportes del Holocausto. Aplicó las órdenes escrupulosamente y fue el brazo ejecutor de miles de personas. Durante el juicio del que fue objeto a principios de los 60, adujo que fue una víctima de los tiempos que le había tocado vivir: simplemente, obedecía órdenes. Un hombre anodino, normal. Salvando las distancias, si le hubieran encargado cultivar flores, el resultado hubiera sido un jardín perfecto, minuciosamente organizado.

No resulta extraño que Stanley Milgram, psicólogo de la Universidad de Yale, intrigado con el personaje y su posición de no cuestionar la autoridad, ideara un experimento para demostrar que las personas "normales" jamás harían eso.

Los voluntarios, objeto de la investigación, se contactaban a través de un anuncio en el periódico, siendo de todos los niveles de estudios, entre 20 y 50 años.

En el experimento estaban 3 personas: el investigador (un hombre de bata blanca), el voluntario real y otro voluntario, pero falso, que forma parte de la organización del experimento al igual que el investigador. Se hacía pasar a dos voluntarios, verdadero y simulado, a una sala. Les recibía el investigador. Los dos voluntarios habían de escoger su "rol" dentro del experimento, eligiendo papeles de una bolsa. Había dos papeles, en los que estaba escrita la palabra "maestro". El falso voluntario elegía papel primero y anunciaba que le tocaba "alumno". Por supuesto, al voluntario real siempre le tocaba ser "maestro". El experimento se presentaba como un estudio del castigo sobre el aprendizaje. El "alumno" (falso voluntario) era sentado en una silla, atado a ella con correas y se le colocaban electrodos de descarga eléctrica, todo esto a vista del "maestro" (voluntario real), y dando las oportunas explicaciones: las correas son para evitar el "movimiento excesivo" y se aplica crema antes de los electrodos para "evitar quemaduras". Luego, al "maestro" se le llevaba a otro apartado o habitación, donde estaba junto al investigador y donde no podía ver al "alumno", aunque sí oírlo. El investigador comunicaba al "maestro" que tenía que recitarle al alumno una lista completa de parejas de palabras. Luego, una vez acabada la lista y supuestamente aprendida por el "alumno", el "maestro" le diría la primera palabra de la pareja y el "alumno" debería optar correctamente entre 4 posibles palabras. Si se equivoca, recibirá una descarga que irá aumentando cuantos más fallos tenga.

El "alumno", ya aleccionado, debería equivocarse para recibir descargas. Al llegar a determinado nivel, gritaría y se quejaría del corazón. A los 270 voltios, gritaría de agonía. A los 300 voltios, dejaría de contestar y simularía estertores. La supuesta potencia máxima eran 450 voltios, la muerte segura.

El "maestro", cuando dijera de abandonar el experimento, recibiría del investigador 4 respuestas, que serían sucesivas: "Continúe, por favor", "El experimento requiere que usted continúe", "Es absolutamente esencial que usted continúe" y "Usted no tiene opción alguna. Debe continuar." A la quinta vez que el "maestro" se quejara o cuestionara la autoridad, se paraba el experimento. También se paraba tras 3 descargas de 450 voltios, en el caso de que se llegara a ese extremo de crueldad. El experimento también acabaría cuando el "maestro" se negara a continuar, fuera cual fuera el nivel de respuesta.

¿Los resultados? Todos los "maestros" pasaban de 300 voltios, límite en que el "alumno" dejaba de dar señales de vida, y el 65% llegaba a los 450 voltios. Todos los "maestros" eran conscientes del dolor que provocaban y se sentian aliviados al conocer que el "alumno" era en realidad un actor al que no habían hecho ningún daño. Ninguno exigió ni pidió que los experimentos acabaran y todos pidieron permiso para ir a ver si el actor se encontraba en perfecto estado de salud. Durante el experimento, al actuar bajo órdenes, creían ser simplemente meros instrumentos y que la responsabilidad no recaía sobre ellos, sino sobre el que daba las órdenes, aunque en ningún momento el investigador utilizaba la palabra "orden" ni el verbo "ordenar".

Los voluntarios recibían algo de dinero, pero nunca se les dijo que sufrirían consecuencias negativas si dejaban el experimento. Es decir, que podían dejarlo en el momento que quisieran.

Este experimento es conocido como el Experimento de Milgram.

A modo de conclusión personal, diría que ese extraño animalito llamado ser humano esconde a un perfecto monstruo, siendo bienhablada.


El artículo de Tale me recordó que había leído algo referente al juicio de ese hombre. Fue en este artículo del blog de Javi Moya, blog que vuelve a estar visible (gracias, Javi).

Si la explicación de cómo es el experimento es demasiado enreversada, consultad el artículo de la Wikipedia, que está enlazado en el post.

También: enlace a los documentos de Stanley Milgram de la Universidad de Yale (en inglés).


viernes, 27 de junio de 2008

Un bucle temporal

Eso es lo que pasará este sábado, habrá un bucle temporal en el universo. Pero no en el universo de todos, si no en el mío personal. Se romperá el continuum espacio-tiempo y... ¡basta de chorradas! Que mañana es mi cumpleaños y ya sé que ando algo perdida del blog. Espero enmendarme para la semana que viene.

De regalo para todos, nos dejo un bonito vídeo que deberéis bailar obligatoriamente. Desentumece las articulaciones, agranda la sonrisa y da ganas de marcha. Tengo que agradecer a Blackjoker que me descubriera la película. Estoy haciendo fans "horroritas" que están encantados con el descubrimiento.


La escena pertenece a la película The Rocky Horror Picture Show. Si queréis pasar un buen rato, no os la perdáis.

Disfrutad.


viernes, 13 de junio de 2008

En el suburbio






Esta semana ya me he encontrado dos veces con esta película, "La pequeña tienda de los horrores", la versión de 1986 dirigida por Frank Oz. Una comedia musical muy divertida, basada en el musical, a su vez basado en la película original de 1960, dirigida por Roger Corman. La primera película es peculiar: se rodó en 2 días y la noche de enmedio, porque los estudios donde la hicieron los iban a demoler y obtuvieron permiso para rodar hasta entonces. El guión se hizo en una única sesión, se ensayó los tres días anteriores a empezar a rodar y el presupuesto estuvo entre 27.000 y 34.000 dólares. Aparece en ella Jack Nicholson en uno de sus primeros papeles, haciendo del paciente masoca de un dentista.

No me puedo resistir. De la versión de 1986 me encanta la planta, su voz.






Recordad: nunca negociéis con una planta carnívora que es más alta que vosotros y que habla. Buen fin de semana.

miércoles, 11 de junio de 2008

La relatividad mitológica

Érase una vez una bruja malvada que no fue invitada a una boda. Como todas las brujas malvadas que no son invitadas a bodas, se presentó para liarla. Dejó una manzana envenenada. El veneno lo llevaba por fuera, no por dentro. En la manzana se podía leer "Para la más bella". Sabía la bruja lo que se hacía.

¡Oh, vanidad divina! Tres bellas empezaron a disputar el fruto, no por hambre, que nada faltaba, sino por la dichosa inscripción. El más poderoso invitado decidió que fuera un joven el que pusiera paz en la discusión.

Yo te daré sabiduría, habilidad en la batalla y la destreza de los grandes héroes. ¡Dame a mí la manzana! decía una.

Una manzana, un insignificante fruto... por el control de toda Asia y el poder político susurraba otra.

El amor de la mujer más bella sentenció la última, echando la red.

Y aquí se enredó. Una manzana para la más bella de la fiesta, a cambio de la más bella del mundo. La bruja malvada podía sonreir.

Pero la más bella estaba ya casada. El joven, cuando la vió, raptó a la bella, el marido se enfadó, las bellas desdeñadas que vieron la manera de vengarse... En conclusión, se armó la marimorena: la Guerra de Troya.

Dioses, semidioses, mortales... 10 años de lucha. Mil historias diferentes heroicas y rastreras, de ingenio y de maldad, relatadas en La Ilíada de Homero.

"Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquileo; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —cumplíase la voluntad de Zeus— desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquileo.
¿Cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Zeus y de Leto. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste y los hombres perecían por el ultraje que el Atrida infiriera al sacerdote Crises. Este, deseando redimir a su hija, habíase presentado en las veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas del flechador Apolo que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba:
—¡Atridas y demás aqueos de hermosas grebas! Los dioses, que poseen olímpicos palacios, os permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la patria. Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, venerando al hijo de Zeus, al flechador Apolo."

Inicio de La Ilíada, de Homero. Extraído de Wikisource.

La ciudad de Troya, arriba a la derecha.

Troya, escenario de una de las más importantes batallas mitológicas.

Troya fue descubierta en 1871 por Heinrich Schliemann, un millonario que se dedicó a la arqueología. La zona estuvo habitada desde el tercer milenio antes de Cristo. Las investigaciones han descubierto que existen 10 fases de ocupación a lo largo de su historia. Se estima que la guerra de Troya pudo ser un hecho probable, alrededor del 1200 a. C. (siglo arriba, siglo abajo), que correspondería con el asentamiento VI ó VII. Como la zona fue arrasada posteriormente por terremotos e invasiones, es extremadamente complicado datar exactamente la posible guerra.

Vista en planta de las diferentes ocupaciones de la ciudad. Imagen de Wikimdia Commons.


Vista lateral de la profundidad de las ocupaciones. Imagen de Wikimedia Commons.

El poema de Homero data del siglo VIII antes de Cristo. Desde que se descubrió la Troya real, se planea la pequeña duda: ¿realidad o ficción?

Hay investigadores que abogan por la irrealidad completa del poema homérico, aunque lo encuadrara en un lugar real.

Otros investigadores admiten que podían existir leyendas sobre una guerra sucedida hacía siglos y Homero las "recopiló".

Otros, que no fue una sóla guerra, sino una fusión de historias desde la Edad de Bronce de asedios y expediciones griegas.

Para liar el cuento algo más, incluso la misma existencia de Homero se debate desde el Imperio Romano. El emperador Adriano preguntó al Oráculo de Delfos, que le contestó que Homero fue real y que escribió la Odisea y la Ilíada. Homero, que en griego significa 'rehén', podría ser el nombre genérico de hijos de prisioneros de guerra que, al no ser enviados a combatir por dudar de su lealtad, se les encomendaba aprender las leyendas épicas locales para conservarlas, antes del invento de la escritura. Según los estudiosos, la Odisea y la Ilíada corresponden a una estructura oral, con frases y versos completos que se repiten. Al ser puestos por escrito, se respetó esa cadencia. También se duda que ambos escritos, Odisea e Ilíada, fueran puestos en palabras por la misma persona, se llamara como se llamara. Se aventura incluso, que la Odisea fue escrita por una mujer. A este debate sobre la existencia de Homero se le llama cuestión homérica.

Históricos o no, guerra y escritor, lo cierto es que dan para ríos de tinta. Utilicemos la imaginación un momento sólo... y creamos que aquello fue cierto:

En la boda de Peleo y Tetis se juntó todo el Olimpo, menos Eris, la Discordia, a la que no invitaron. Eris, muy enojada (tenía un genio de mil demonios), acudió a la boda y dejó una manzana de oro con la leyenda Kallisti, 'para la más hermosa'. Atenea, Hera y Afrodita se disputaron la manzana. Zeus, impelido para poner paz, y sabiendo que si se metía en el lío acabaría escaldado, designó a Paris para mediar entre las tres... que eligió a Afrodita a cambio del amor de la mujer más bella del mundo, Helena, casada con Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas. Helena, antes de casarse, tuvo muchos pretendientes que pugnaban por conseguir su mano (y todo lo demás). Todos juraron respetar la decisión de Helena y proteger el matrimonio. Helena eligió a Menelao, que heredó el trono de Esparta del padre de Helena. Paris, que fue a Esparta para tratos diplomáticos, vió a Helena, se enamoró, la raptó, con la ayuda de Afrodita, y se la llevó a Troya. Menelao apeló al juramento de los pretendientes, la mayoría reyes y príncipes de Grecia, para recuperar a su esposa.

Áyax y Casandra por Solomon Joseph Solomon, 1886.
En el saqueo de Troya, tras la caída de la ciudad, Áyax raptó a Casandra, que estaba agarrada a la estatua de Atenea. Casandra había vaticinado la caída de Troya, pero, debido a una maldición de Apolo, nadie creía lo que predecía.


La fuente, la Wikipedia. Las fotos, de Wikimedia Commons.

viernes, 6 de junio de 2008

De bloguellones y demás especies...

Comencemos por las definiciones:
BLOGUELLÓN, reunión de blogueros que, aunque parezca que es a beber, es en realidad a ponerse hasta las cejas de comida y a pasar un buen rato.

Y eso fue lo que hicimos el fin de semana pasado. El plan del bloguellón, pergreñado por correo electrónico, era comer en un restaurante llamado San Nicolás. Chiquitín, asequible. Especialidad: el arroz con bogavante.

Joker y yo llegamos tarde (como siempre). El tren, dejar los bártulos, el metro que, cuando tienes prisa, acaba de salir de la estación y tienes que esperar al siguiente... Bueno, pues llegamos alrededor de las 2. En el metro recibí una llamada de Argantonios. Al final no podía ir. Sabía que no iba a la comida, pero habíamos quedado para después y no podía. Los estudios, el trabajo, vivir lejos. Otra vez será.

Abro la puerta del restaurante y allí están, sonrientes todos. "-Holaaaa." Betus, Zendal, Norma, Dalr y Futuro Bloguero, tan ricamente, con sus cañitas. Risas, abrazos, besos. "-Yo soy...", "-Tú tienes menos barba...", "-¿Y lo de Futuro Bloguero?", "-¿Dónde están tus blogs?".

El bar del restaurante era muy chiquito y había unos cuantos parroquianos que debían pensar que no estábamos muy en nuestras cabales. El primer problema no-grave: que los primeros en llegar no sabían qué mesa teníamos, porque Joker la había reservado a su nombre (real). Pero había pocas dudas, era la mesa más grande del comedor.

El maître, con las cosas más claras que nosotros, nos organizó arroz con bogavante para 6. Aún faltaba gente por llegar. Al instante aparecieron mamá A, papá GadgetoE y Correcaminos D hijo. Faltaba Kutxi, pero, por trabajo, le fue imposible ir. Jo.

Ya sentados todos en la mesa, con el primer plato pedido (lástima que no tenga fotos, se nos olvidó la cámara, porque os íbais a enterar de lo que es pasar envidia). Entre hablar y comer, no parábamos. Eso sí, que si esparraguitos trigueros, que si vinito tinto, unos caracoles para acompañarnos...

Yo estaba frente a mamá A y Correcaminos D. El peque se escondió bajo la mesa, le daba vergüenza. Con la ayuda de los caracoles "parlantes", un par de trucos de magia (los dos únicos que me sé) y la paciencia de su madre, se solucionó la vergüenza.

Luego, empezó a llegar arroz en cantidades industriales, dos cazuelas de barro de cinco dedos de altura y del diámetro de un tapacubos (más o menos), una con carabineros y otra con bogavante.

Señoras y señores, muy muy bueno. Dimos cuenta hasta del último granito de arroz.

Los postres: dos platos grandes con porcioncitas de bombones helados, tarta de queso con arándanos, leche frita... Lo peor de todo es que no pudimos terminarlos... Café, chupitos de licor de hierbas y pacharán... Todo amenizado con conversación, anécdotas, preguntas y respuestas.

Los que quedaron como unos reyes fueron Norma y Dalr, que llevaron regalitos para todos. Norma, libros de hoy, de ayer y de siempre, y Darl la segunda parte del gran libro "Pies para Quiosquero".

Tan enfrascados estábamos en la conversación, que nos quedamos los últimos y no nos dimos cuenta de que querían ya cerrar los del restaurante. Fuera, seguimos de charla, pero, como todo lo bueno, terminó demasiado pronto. Norma y Dalr tenían que coger el AVE hasta Barcelona. Futuro Bloguero al conciertazo de Metallica con su hijo. Y nos despedimos, cada uno por su camino, deseando repetir...

Joker y yo dimos una vueltecita por Madrid y, por la noche, fuimos a Mataderotr3s, a ver el montaje de una de las últimas obras de teatro escritas por Woody Allen, "Central Park West".

Para amenizar el post-crónica (largo, Zendal, pero no excesivo, XD), este sábado volvemos a Madrid de concierto...




Señoras, señores, disfruten del fin de semana. Yo lo haré. Espero convertirme el sábado por la noche en un granito de arroz en una inmensa cazuela rodeada por más granitos de arroz que, al amor del fuego lento, absorberemos el sabor de un gran bogavante llamado Extremoduro.


viernes, 30 de mayo de 2008

Piratas (3ª y última parte)

A partir del siglo XV, floreció en el Caribe la piratería.

Como ya había dicho, existían varias clases de piratas. El corsario trabajaba por cuenta de un rey, y el botín era propiedad de la corona, del que recibía una parte. En ralidad, su función era entorpecer el tráfico de los países rivales con sus colonias, intentando conseguir la supremacía naval. Sus acciones eran, sobre todo, en alta mar.

Los bucaneros eran, en un principio, habitantes de la zona occidental de la isla de La Española. Se les llamaba así porque cazaban animales y ahumaban la carne con el bucán, una rejilla de madera. En su mayoría eran aventureros franceses que habían aprendido a ahumar la carne y curtir la piel de los amerindios, que vendían a quien quisiera comprar. Los bucaneros se dedicaban, sobre todo, al pillaje, saqueos y asaltos. Al contrario que el resto de piratas, no reconocían jefe, no se sometían a ningún tipo de orden, no existía entre ellos jerarquía.

En los siglos XVII y XVIII, los bucaneros tuvieron su base en la Isla de la Tortuga, al noroeste de la actual Haití, fácil de defender y complicada de conquistar. Allí fundaron la Cofradía de los Hermanos de la Costa, que se regían por una especie de constitución compuesta por 5 leyes:

  1. Ni prejuicios de nacionalidad ni de religión.
  2. No existe la propiedad individual.
  3. La Cofradía no tiene injerencia en la libertad de cada cual.
  4. Si un cofrade abandona la sociedad jamás será perseguido.
  5. No se admiten mujeres.

Aclaro que la segunda ley de la Cofradía se refiere al terreno. La isla era de todos y nadie podía reclamar para sí un pedazo.

También cabe destacar que gran parte del conocimiento de las costumbres e historia de los piratas ha llegado a través de uno de ellos, culto y con vocación de escritor, Alexandre Olivier Exquemelin, que fue cofrade en la Isla de la Tortuga y escribió el libro Bucaneros de América (editado en castellano).

Otro tipo de piratas eran los filibusteros. Eran piratas al "estilo clásico", es decir, saqueaban para su propio beneficio. Las características que los hacían diferentes es que actuaban en el Mar de las Antillas y nunca salían a alta mar, bordeaban el litoral, atacaban las ciudades costeras y hacían contrabando. Durante el siglo XVII tenían su "centro de refugio y operaciones" situado en Belice. Su filosofía de vida era: "Contamos con el día en que vivimos y nunca con el que habremos de vivir". El botín que conseguían lo gastaban rápidamente para volver al pillaje.

Y ahora, más curiosidades. Si os preguntara cuál fue el pirata más grande de todos los tiempos, ¿qué diríais? Con "el más grande" me quiero referir no al más famoso, no al más conocido, sino al más efectivo. Pues bien, la respuesta es... el pirata Roberts.

Bartholomew Roberts, que, viajando en un barco de esclavos, fue capturado por un barco pirata y obligado a enrolarse en la tripulación con 37 años. Que, tras la muerte del capitán del barco pirata, fue elegido democráticamente como nuevo capitán. Que durante su carrera pirata, 4 años, capturó 456 navíos.

Roberts, más conocido como Black Bart, era un hombre de buenos modales, que vestía con elegancia, era abstemio, hacía que dieran misa los domingos a bordo del barco y tenía contratada una orquesta de músicos.

Era común que los capitanes piratas establecieran un código de conducta a bordo, para que todo el mundo estuviera al tanto de sus obligaciones y de sus derechos. El de Roberts tenía 11 puntos:

I. Todo hombre tiene voto en los asuntos del momento, tiene igual derecho a provisiones frescas o licores fuertes en cualquier instante tras su confiscación y pueden hacer uso de ellos a placer, excepto que la escasez haga necesario, por el bien de todos, su racionamiento.

Una de las dos banderas pirata que utilizaba Roberts.

II. Todo hombre será llamado equitativamente por turnos, según la lista, al reparto del botín (sobre y por encima su propia participación), se le permitirá cambiarse de ropa para la ocasión pero, si alguno defrauda a la compañía por valor de un dólar de plata, joyas o dinero, será abandonado a su suerte en el mar como castigo. Si el robo fuese entre miembros de la tripulación, esta se contentará con cortar las orejas y la nariz al culpable y lo desembarcará en tierra, no en lugar deshabitado pero sí en algún sitio donde se de por sentado que encontrará adversidades.
III. Nadie jugará a las cartas o dados por dinero.
IV. Las luces y velas se apagarán a las 8 de la noche; si después de esa hora algún miembro de la tripulación se inclina a seguir bebiendo, puede hacerlo sobre cubierta. (Nota: Así se evitaba el ser avistado en los ataques nocturnos, ser atacado o incendios.)
V. Mantener sus armas, pistolas y sables limpios y listos para el servicio.
VI. No se permiten niños ni mujeres. Si cualquier hombre fuera encontrado seduciendo a cualquiera del sexo opuesto, y la llevase al mar disfrazada, sufrirá la muerte.
VII. En batalla la deserción del barco o sus camarotes será castigada con la muerte o al abandono a su suerte en el mar.
VIII. No se permiten las peleas a bordo, pero las disputas de cualquier hombre se resolverán en tierra, a espada y pistolas.

La otra bandera que utilizaba. ABH y AMH (A Barbadian's Head y A Martinican's Head) simboliza que cada una de las calaveras son de habitantes de Barbados y de Martinica, queriendo decir que la muerte les esperaba.

IX. Ningún hombre hablará de dejar su modo de vida hasta que haya aportado 1000 libras. Si, para conseguirlo, perdiera una extremidad o quedara impedido para el servicio, se le darán 800 dólares extraídos del inventario común y por heridas menores, en proporción a su gravedad.
X. El capitán y su segundo recibirán dos partes del botín; el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media, y el resto de los oficiales, una parte y un cuarto.
XI. Los músicos tendrán descanso el sábado pero no los otros seis días y noches, a no ser por concesión extraordinaria.
XII. Si un miembro de la tripulación viola a una mujer, será castigado con la muerte o con el abandono a su suerte en el mar.

Bart Roberts murió a los 41 años, por un cañonazo en un ataque de un barco de la marina real inglesa. Sus hombres cumplieron el deseo de que su cuerpo fuera arrojado por la borda.

Comparando, el pirata Barbanegra, mucho más famoso que Black Bart, capturó menos de 30 barcos. A la izquierda, la bandera pirata de Barbanegra.

Anne Bonny, de la que hablábamos hace unas semanas, con Calicó Jack de capitán, ambos capturaron menos de 20 barcos, pequeños en su mayoría.

Como véis, la bandera pirata, llamada Jolly Roger, no es la misma para todos. Cada pirata tenía la suya propia. La que consideramos como arquetipo de la bandera pirata, una calavera sobre dos tibias cruzadas, pertenecía al pirata Edward England. Y no siempre eran de fondo negro. De hecho, las banderas más temidas eran las que tenían el fondo rojo, que significaba: No se perdonará una vida, no se harán preguntas.

Bandera roja de Henry Every. También tenía la "menos mala", la de fondo negro.

Ya, por último, quisiera contar algo con lo que me he topado: la historia del Capitán Misson. Siendo joven, con el permiso de su padre, se enroló en un buque de guerra de la Armada Francesa, donde aprendió el arte de la navegación. En una visita a Roma, conoció al dominico Caraccioli. El clérigo le inculcó a Misson sus ideas socialistas y la influencia de Misson sobre Caraccioli hizo que colgara los hábitos y se enrolara en la tripulación del buque. Tiempo después, en un enfrentamiento con un buque inglés, el capitán francés murió y, animado por Caraccioli, Misson se presentó a capitán. Salió elegido y se declaró el navío como república marítima, bajo una bandera blanca que significaba "Por Dios y por la Libertad".

Pirateaban, pero sólo cogían lo necesario, no hacían saqueos, no mataban, no capturaban y no quemaban los navíos. Los capitanes temporalmente apresados se maravillaban con aquellos raros piratas. Una vez capturaron un barco esclavista y Misson hizo que se liberara a los esclavos y algunos de ellos se enrolaron en la tripulación.

Años después, establecieron una colonia utópica en el norte de Madagascar, Libertatia. Allí conocieron al pirata inglés Thomas Tew, que se unió a la colonia y fue nombrado Almirante de la Flota. Su misión era atacar barcos esclavistas. Tras 25 años de existencia de la colonia, fue atacada por nativos cuando faltaba gran parte de sus habitantes, que estaban en alta mar al mando de Tew. Caraccioli murió y a duras penas pudo escapar Misson. Tew y Misson se repartieron los navíos y el botín que Misson había podido salvar. Misson murió en el naufragio provocado por una tormenta en el Cabo. Tew se retiró, pero fue persuadido para volver a navegar bajo patente de corso. Murió de un disparo cuando atababan un barco, probablemente hindú.

No hay datos de que el Capitán Misson existiera realmente. La única fuente es un libro titulado "Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas", escrito por el Capitán Charles Johnson. La cuestión es que el Capitán Charles Johnson no existió y se supone que es un seudónimo de Daniel Defoe. La obra está dividida en dos tomos que habla sobre piratas conocidos. En líneas generales, al primer libro se le considera bastante exacto, aunque daba una visión "amable" de la piratería. En el segundo es donde aparece la biografía de Misson y de otros dos piratas, de los que no se ha probado su existencia real.

Thomas Tew, el Almirante de Libertatia, sí que consta en los documentos de la Marina de Guerra Británica. Misson y, por ende, la colonia, se consideran un mito.


Fuentes: la Wikipedia. Si queréis investigar, aquí os dejo el artículo principal en el que me he basado, Piratería, y del que he ido tirando del hilo, o maroma, en este caso. Las imagenes son de Wikimedia Commons.


viernes, 16 de mayo de 2008

Zumo de escarabajo

¡Mmmm! ¡No digáis que no os gusta!

Alto, alto. Antes de lanzaros a los comentarios a ponerme verde, en el improbable caso de que lo hubiérais probado, quiero aclarar que me refería a... "Beetlejuice" o como se transcribió en castellano "Bitelchus", uno de los primeros largometrajes de Tim Burton. Hoy me estaba acordando de la película y he recordado una escena con canción.

Day-O (Banana boat song) - Harry Belafonte





La canción, interpretada por Harry Belafonte, es una canción tradicional jamaicana que cantaban los trabajadores de los muelles. La película está protagonizada por Michael Douglas, artísticamente conocido como Michael Keaton, Alec Baldwin, Geena Davis y Winona Ryder, que hizo aquí su primer papel importante. Hay otro vídeo donde la señorita Ryder hace un playback, pero como es el final de la película, dejo sólo el enlace, por si alguien no ha visto la película y no quiere verse tentado.


Quisiera recordaros a todos que el fin de semana del 31 de mayo vamos a hacer una blogoquedada en Madrid. Sería estupendo que fuéramos todos los que podamos y nos apetezca, claro. En principio, estamos Norma, Futuro Bloguero, Joker y yo. Si a alguien más le hace, no tiene más que dejar un comentario o mandarme un correo.