Hace muchos, muchos años...
Hay que "fastidiarse", que tenga que escribir esto.
Antes, cuando era más joven, cuando sólo había dos canales en la tele, ponían películas chulas. O las que a mí me parecían chulas, claro. De pequeña me gustaban las películas de aventuras (y todas, la verdad). Y me vi aquel ciclo completo que creo que pusieron los sábados después del telediario de las películas de Tarzán. Me encantaba cuando hacían una supertortilla con un sólo huevo de avestruz.
Nunca me había fijado en el pedazo de muslo...
Había una cosa que me no me gustaba de esas películas: el "disfraz" de los elefantes. Ése elefante que subía en el "ascensor" a Jane y a Tarzán, los elefantes que montaban y les llevaban a través de la selva... ¡Eran elefantes asiáticos! ¿Es que no veían los que hacían la peli que se notaba que les ponían en las orejas una especie de prótesis para hacérselas más grandes? Si hasta se veía que el elefante no estaba acostumbrado y movía las orejas sin parar, para quitarse "eso" que le había salido tan raro. ¿Desde cuándo un elefante africano tenía la frente hendida? ¿Desde cuándo...? Ya encontré la solución. Claro. ¿Desde cuándo se puede amaestrar un elefante africano? Desde nunca.
Existen, en nuestro tiempo, tres especies de elefante: el elefante africano de la sabana, el elefante africano del bosque y el elefante asiático. De los tres, el único que se puede domesticar es el asiático.
Las características comunes son una gruesa piel grisácea, carecen de cuello, el cuerpo tiene forma de barril y las patas parecen columnas. Tienen una nariz larga que forma una trompa y que pueden utilizar como una mano, con la que pueden agarrar objetos pequeños (incluso un alfiler). Tienen unas orejas grandes (varía el tamaño según la especie) que les sirve para regular la temperatura. Su sonido característico, el barrito, se puede oír a kilómetros de distancia. También se pueden comunicar por infrasonidos a través de la tierra. Estos sonidos son captados por las patas y pueden transmitir el mensaje de una hembra en celo. La habilidad de encontrar agua también viene de esta peculiar característica, porque captan la vibración de las corrientes fluviales, e incluso de los terremotos. Según la Wikipedia, hubo una excursión hecha a lomos de elefantes en Tailandia en las navidades de 2004, cuando ocurrió el tsunami. El comportamiento de los elefantes fue agarrar a los turistas y llevarlos tierra adentro.
Los elefantes se agrupan en manadas de hembras y crías y son dirigidas por la hembra más adulta. Los machos permanecen en la manada hasta la "adolescencia", que es cuando se separan de la manada de hembras y se asocian a grupos de machos, aunque cuando son adultos suelen ir en solitario. Los adultos sólo se acercan a las manadas de hembras cuando hay alguna en celo. Los elefantes se identifican por el olfato y "presentan sus respetos" cuando alguno muere, tocándole con la trompa y con las patas. La leyenda de los cementerios de elefantes es un mito, aunque buscan para morir el agua y pueden encontrarse varios ejemplares cerca de ella. No tienen miedo a los ratones, pero tienen mala visión cuando algo pequeño y móvil está frente a ellos, debido también a que los ojos los tienen a los lados de la cabeza, y se ponen nerviosos.
El elefante africano de la sabana (Loxodonta africana) es el más grande, rondan normalmente los cuatro metros de altura y pesan entre 5 y 6 toneladas, aunque en 1955 se encontró un macho que pesaba 12 toneladas. Tiene las orejas muy grandes, le cubren los hombros, y tiene la frente lisa. Tanto machos como hembras tienen colmillos, que, en realidad, son incisivos muy largos. Se encuentran en el centro y el este de África.
Elefante africano de la sabana
El elefante africano de bosque (Loxodonta cyclotis) se consideraba una subespecie del africano de la sabana, pero estudios de ADN le catalogan como una especie diferente de ésta. Las orejas son más pequeñas y redondeadas y los colmillos son mucho más pequeños. También son menos corpulentos, en comparación con el elefante de la sabana. Su distribución es por el centro y oeste de África. En la foto de más abajo, podemos ver que la piel está menos arrugada que el de la sabana, el tamaño más discreto de los colmillos y la vascularización de las orejas.
Elefante africano de bosque con una cría
El elefante asiático (Elephas maximus) es el más pequeño de tamaño de las tres especies. Las orejas no les llegan a cubrir los hombros y la mayoría de hembras no tienen colmillos. Les gusta vivir en la jungla y no en espacios abiertos. En cautividad es muy raro que se reproduzcan, con lo que son atrapados de adultos y domados. La caza furtiva del elefante indio es muy rara, porque son animales muy poco agresivos que se dejan atrapar con facilidad. Trae más cuenta cortarles los colmillos. Además, tradicionalmente han sido utilizados como monturas, para llevar cargas, como grúas en construcciones y como animal de guerra. Es decir, ha sido y continua siendo un animal muy útil en todo el sureste asiático. El elefante asiático, al formar parte de la vida cotidiana de la gente, es tratado con respeto. El dios del hinduísmo Ganesh tiene cabeza de elefante; en el Budismo el elefante blanco es un animal sagrado, porque la madre de Buda quedó embarazada de él cuando soñó que un elefante albino se le introducía por la matriz.
En la foto de abajo, podéis ver que la forma de la frente es muy diferente a la forma de la frente del elefante africano, y sobre la cabeza tiene una endidura, que no está presente en sus primos africanos. A este ejemplar parece que le cortaron los colmillos. Pertenece al zoo de Melbourne, así es que no sé si se los limaron por precaución o se los habían cortado antes de llevarlo allí y le han seguido creciendo.
Elefante asiático
Bajo la especie de elefante asiático, existen 4 subespecies. A saber:
Los elefantes africanos no se puden domesticar, no obedecen órdenes, aunque eso no significa que sean peligrosos. Como a todos los animales, si les tocas las narices, se enfadan y se pueden volver violentos. Los elefantes asiáticos sí se pueden domesticar, como ya he dicho antes, pero tienen una peculiaridad: los machos a veces se ven atacados por una locura que en India se le llama must. Durante un período siempre inferior a un mes se vuelven peligrosos, atacan a todo el que se le acerca y tienen más apetito sexual. Las hembras evitan a estos animales. Los dueños de los elefantes que se ven afectados por este mal los encadenan hasta que se les pasa.
Todos las especies de elefantes se encuentran en peligro de extinción, aunque en diferentes grados. Al contrario de lo que puede parecer, las políticas de protección en África han hecho que se triplique la población en 10 años, con lo que el elefante africano está mucho menos amenazado que antes. Por contra, el que más en peligro está, peligro extremadamente alto de extinción en libertad, es el elefante pigmeo de Borneo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La irrupción como elefante en una cacharrería del humano, ha restringido a la mínima expresión los territorios naturales de hábitat del elefante en menos de un siglo.
Áreas de distribución del elefante. En clarito, a principios del siglo XX. En oscuro, a principios del siglo XXI.
Fuentes: La repelenta niña Bloggesa, cuando era pequeña, hojeaba como entretenimiento una enciclopedia de Ciencias Naturales para ver dibujos de animales. Cuando aprendió a leer, se leía los artículos que le interesaban de la enciclopedia de Ciencias Naturales. Y en las películas de Tarzán el engaño de los elefantes era muy cantoso. Para el artículo, he utilizado la Wikipedia. La foto de Johnny Weissmuller es del blog www.vintageculture.net. La siguiente foto es de la página ExplorePAHistory, y la pongo porque me gusta. El título del post "pretende recrear" el famoso grito de Tarzán.