miércoles, 24 de enero de 2007

Experiencia...

Estoy dormida. Y soñando. No recordaré el sueño, pero sé que estoy soñando. Tranquila... No, tranquila no. Algo me inquieta, algo que no es del sueño. Me voy despertando poco a poco. ¡Qué extraño! No me puedo mover. Intento respirar... ¡y no puedo! Ya estoy completamente despierta. ¿Qué pasa? Noto que algo (o alguien) me comprime el pecho y no me deja respirar. Lo vuelvo a intentar, con los ojos cerrados porque tengo miedo. Algo sobre mi pecho me está ahogando. Es como un saco de patatas, informe, pesado. Noto el tacto de las sábanas y la almohada bajo mi cabeza. La muevo de un lado al otro, pero el resto del cuerpo está paralizado. Me falta el aire, quiero gritar, pero no tengo aire. ¡Ayuda! No quiero abrir los ojos, no quiero ver qué hay en mi habitación. Quiero volver a gritar y, a la vez, con todas mis fuerzas, me intento incorporar. ¡Lo consigo! Cojo aire para pedir ayuda y... ¿qué hago? Ya no hay nada. Ha desaparecido la sensación de peligro. No hay nadie en la habitación. Se ha ido. Respiro y me puedo mover. ¿Lo he soñado? ¡No! Estaba (y estoy) despierta. ¿Qué ha pasado? ¿Qué me ha pasado?


Esto es real. Me ha pasado a mí. Juro que estaba despierta.


Y la explicación es más lógica de lo que parece. Se llama "parálisis del sueño". ¿Te ha pasado alguna vez? Es horrible.


Fuentes: Este artículo viene al hilo del artículo de hoy de Javi Moya en su blog ... hmmm ... . También podéis mirar la Wikipedia.

No hay comentarios: