Bajo este apodo se esconde la controvertida persona de Grigori Yefímovich Rasputin, un personaje histórico querido y odiado a partes iguales.
Nació en Pokróvskoie, en Siberia, el 22 de enero de 1869. Nunca acudió a la escuela (no sabía leer ni escribir) y fue cochero, jardinero y ladrón de ganado. Entró en una secta, los Christy, los flagelantes, que creían en el dolor como vehículo para llegar a la fe verdadera. En su pueblo natal, era conocido por las orgías y los escándalos en los que siempre estaba envuelto. A los 30 años fue expulsado por el gobernante de su pueblo, debido a sus excesos.
Entonces, empezó un viaje de dos años, durante los que estuvo recorriendo Tierra Santa y Grecia. De pequeño alardeaba de tener dotes paranormales y, en este viaje, aprendió esoterismo, viejas tradiciones e historia, que le sirvieron para crear esa extraña personalidad de la que hizo gala. Era locuaz, violento, misterioso, con su penetrante mirada decía hipnotizar a la gente, curar enfermedades y hacer vaticinios. También era muy conocido entre las mujeres por, ejem, ser poseedor de un pene entre grande y descomunal (las fuentes no se ponen de acuerdo).
Al acabar su viaje, fue a San Petersburgo, donde pronto fue persona de confianza de la esposa del zar Nicolás II, la zarina Alejandra Fiodorovna. A través de una amiga de la zarina, fue convocado al palacio para ver si podía curar al zarevich Alexis Nikoláyevich, heredero al trono, que padecía hemofilia, lo que hacía que cualquier caída o herida fuera un drama para su familia. Al parecer, Rasputín lograba una mejoría de la enfermedad mediante hipnosis. La zarina, viendo esta "prueba irrefutable" de los dones de Rasputín, lo hizo su hombre de confianza, lo que hizo que el resto del pueblo lo miraran con mucha desconfianza.
Durante la Primera Guerra Mundial, el zar se ausentó, quedando la zarina al frente del país, aunque en realidad quién gobernó fue Rasputín, lo que no hizo aumentar su popularidad. También se le acusó de ser un espía alemán.
Unos familiares del zar, en concreto su primo el Gran Duque Dmitri Pávlovitch Románov y el príncipe Félix Yusupov, decidieron asesinarle en San Petersburgo el 31 de diciembre de 1916 para acabar con su influencia sobre la familia real.
Le invitaron a un banquete y envenenaron la comida con cianuro. Como vieron que no moría, le dispararon al corazón, pero se escapó corriendo. Le acribillaron a balazos mientras huía. A lo que ellos creían el cadáver, le molieron a palos y, por si acaso, le tiraron a las aguas del río Neva, bastante frío en diciembre y en San Petersburgo. Una vez recuperado el cadáver, le hicieron la autopsia y... ¿adivináis?
Había muerto ahogado.
Se le enterró y, durante tiempo, corrió la historia que le habían enterrado con oro. Años más tarde, el presidente de un gobierno provisional antes de la llegada de los bolcheviques ordenó su exhumación, por el oro, pero ahí se descubrió que era mentira. La población hizo saber su descontento por la exhumación con revueltas y las autoridades tomaron la decisión de desmembrarlo y quemarlo. Esto sí que es saña.
En algún momento entre su muerte y su cremación, alguien tuvo la idea de cortarle el miembro más preminente de su anatomía, esto es, su gran gran pene. No se sabe quién. Dicen que una antigua amante, que se lo llevó de recuerdo a París; dicen que su hija, dicen que los médicos, dicen que sus asesinos. Lo que sí es cierto es que en París se encontró en poder de un anticuario y fue devuelto a Rusia, donde se expone desde 2004.
No se puede demostrar que el pene sea de Rasputín, porque las fotos que se hicieron de la autopsia no muestran esa parte de su anatomía. Además, fue conservado en formol, que destruye la cadena de ADN, haciéndola irrecuperable e irreconocible.
Y no, no pienso poner una foto del pene, que las hay. Os dejo el enlace de la búsqueda y alucináis vosotros, que yo esas cosas no las pongo.
Fuentes: Se me quedó en la memoria la historia, después de oír a Nieves Concostrina contando cómo murió. Bueno, y también la historia del pene. También he utilizado esta página de biografías.