domingo, 18 de febrero de 2007

El Nacimiento de lo Terrible


Hace tiempo me topé con el libro de Hesíodo "Teogonía", y descubrí en él un párrafo tan espeluznante como poético.


SEGUNDA GENERACIÓN DE DIOSES


La Noche engendró a la Muerte señalada de un hombre, al Negro Destino y a Tánato; también parió a Hipno y dió a luz la tribu de los Sueños. Después la tenebrosa diosa Noche, sin acostarse con nadie, parió a Sarcasmo, al doloroso Lamento y a las Hespérides, a cuyo cuidado están, al otro lado del famoso Océano, las hermosas manzanas de oro y los árboles que producen ese fruto.


Asimismo engendró a las Moiras, vengadoras despiadadas (a Cloto, a Láquesis y Átropo, que a los mortales les otorgan, al nacer, el bien y el mal) y persiguen las faltas tanto de los dioses como de los hombres, sin cesar nunca de su terrible cólera antes de imponer un malvado castigo a quien delinque.


También parió a la Venganza, azote para los hombres mortales, la funesta Noche. Después de ésta dio a luz a Engaño, a Afecto y a la funesta Vejez y engendró a la violenta Discordia.


Por su parte, la odiosa Discordia dio a luz a la penosa Fatiga, al Olvido, al Hambre, a los Dolores que hacen llorar, a Batallas, a Luchas, a Asesinatos, a Masacres de hombres, a Riñas, a Falsedades, a Discursos, a Ambigüedades, a Mala Ley y a Ofuscación, amigos íntimos, y a Juramento, el que mayor desgracia causa a los hombres de la tierra, cuando alguien voluntariamente comete perjuro.


Para su mayor comprensión, he cambiado los hombres griegos por su traducción al castellano, y he adaptado alguna parte. A continuación, pongo los nombres originales en griego.

Moro: Muerte señalada de un hombre.

Ker: Destino, Hado.

Momo: Sarcasmo.

Eris: Venganza.

Horco: Juramento.

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