domingo, 26 de octubre de 2008

Fitoconjura para conquistar el planeta

La salsola kali es una planta originaria del continente euroasiático. Tiene infinidad de ramas que crecen formando un arco hacia el mismo tallo de donde nacen, que le da a la planta una forma redondeada. Las hojas son pequeñitas y también tiene espinas. Pertenece a la familia de las espinacas. La salsola kali es comestible cuando es joven, aunque en pequeñas cantidades. Tiene un alto contenido en potasio, con lo que se la ha utilizado para fabricar vidrio y la elaboración de sosa para jabón.

Tiene infinidad de nombres: barrilla borde, barrilla pinchosa, almajo de jaboneros, salicor de La Mancha, capitana, rueda desiertos, trotamundos, espinadella, salat, cardo ruso. En mi zona, se la llama chucho, ruedamundos y malvecino.

Salsola kali

Su adaptación al medio es asombrosa. Prefiere los terrenos arenosos y secos y soporta temperaturas muy altas y muy bajas. El tallo es en su base débil, por lo que, cuando se seca en otoño, un golpe de viento separa la planta del suelo y la echa a rodar. Las semillas están recubiertas por una cápsula que también se debilita cuando se seca. Cuando la planta tropieza en su viaje con una piedra o una valla, el golpe hace que se liberen las semillas. Una sola planta puede tener hasta 1 millón.

Habréis adivinado que se trata de esa planta rodante ("tumbleweed", "saltwort") que sale en las películas del Oeste. Está extendida por todo el mundo.

Salsola kali seca, arbusto rodante de las peliculas del Oeste (Western)

Entonces, ¿a qué viene el título del post? A que a mí no me engañan...

Vas con tu coche tranquilamente. Hace viento. Y, de repente, ves que a toda pastilla llega una planta redonda hacia la carretera. Como ser pensante que eres, calculas que, a la velocidad que vas, te das con ella. Seguro de ti, levantas el pie del acelerador y observas asombrado como la planta va más despacio. Entonces, aceleras un poquito, pero la planta cobra nuevos bríos y acelera también. El final es inevitable: hagas lo que hagas, la planta demoníaca se estrella con el coche, dejando ramitas en el parabrisas y arañando todo lo que encuentra a su paso.

¡Maldita sea!

Eso no es todo, porque, a lo largo del camino, se repite. Y sonríes cuando logras esquivar (por milímetros) a la siguiente, que se la "come" el coche de atrás. Pero la próxima también va a por ti, y la siguiente y la siguiente...

Hay algunas que parecen inofensivas, al borde de la carretera, detenidas en su loca carrera por los quitamiedos. Pero ellas siempre ganan, han dejado allí sus semillas para el año próximo. Seguro que se ríen por dentro, seguro que piensan "Arrieritos somos..."

Y si conduces por una autovía o una autopista, la valla metálica las detiene antes, pero se amontonan una sobre otra, escalando poco a poco, intentando ganar la valla y dejando semillas DENTRO de la zona de la autovía. Y de una planta nacen miles y, de esas miles, cientos de miles y así hasta el infinito.

Porque su plan oculto es inundar todo el planeta para conquistarlo y hacer de él toda una única planta rodante del demonio.

¡Seguro!


Tal vez he exagerado un poco. No sé...


Los datos los he sacado de la Wikipedia y de un reportaje que vi hace ya tiempo en la tele, un documental de la 2. En esta página podéis consultar las aplicaciones culinarias. Las fotos son de Wikimedia Commons.

Pero nada hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de Mad Hatter, que me dio el nombre de la dichosa planta. Muchas gracias, encanto.


domingo, 19 de octubre de 2008

¿Lo importante es que hablen de ti?

"Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello."

Escrito por Salvador Dalí a la edad de 15 años. (Wikiquote)



Desde luego, no se equivocó. Fue un artista genial. En muchas ocasiones, extravagante y excesivo, pero genial.

En su biografía hay un hecho que es difícil de calificar. Hizo de la provocación un arte. Pero, tal vez, en una ocasión, se pasó una chispa.

Para contar esto, necesito cambiar de tema y hacer un poco de historia.

Sin duda os sonará el nombre de Charles Lindbergh. Fue el primer aviador que cruzó el océano Atlántico en solitario sin realizar escala alguna en 1927. Lo hizo en un aeroplano, bautizado con el nombre de Spirit of Saint Louis, desde el campo de aviación Roosevelt de Nueva York, en Long Island, hasta el aeródromo de Le Bourget, cerca de París, en un tiempo de 33 horas y 32 minutos.

Este hecho le convirtió en el hombre más reconocido de la época a un lado y otro del Atlántico. Se le consideró una eminencia en aviación y en cuestiones aeronavales. Decir que era famoso es casi decir poco. Era el hombre del año, el yerno que todas las madres querían, el novio que todas deseaban, en definitiva, todo un héroe del cielo. Invitado de incontables recepciones, homenajeado por doquier.


Portada del programa para el banquete dado a Charles Lindbergh por la Comisión de Recepciones del alcalde de la ciudad de Nueva York el 14 de Junio de 1927.

Lindbergh Day, Springfield (Vermont) el 26 de Julio de 1927.

En 1929, Charles Lindbergh se casó y el 1 de marzo de 1932 secuestraron a su hijo pequeño de 19 meses. Este hecho provocó una conmoción en todo el país e, incluso, en el extranjero. Durante más de dos meses, los Estados Unidos estuvieron en vilo por la suerte del pequeño. El hijo de Lindbergh apareció el 12 de mayo asesinado con un golpe en la cabeza, a pesar de que el secuestrador había cobrado un rescate. Fue llamado el crimen del siglo.

Dos años más tarde, en 1934, fue detenido un carpintero de origen alemán, Bruno Hauptmann, por este hecho. El juicio duró dos años. Fue condenado por el secuestro y asesinato del hijo de Lindbergh a morir en la silla eléctrica. Él siempre defendió su inocencia. El juicio se basó únicamente en pruebas circunstanciales. No es difícil suponer que desde 1932, año del secuestro, hasta 1936, año en que se ajustició a Hauptmann, el tema estrella en Estados Unidos fue éste.

En esa época, Dalí y Gala hicieron su primer viaje a Estados Unidos. La alta sociedad estaba encantada y tenían un gran éxito por donde iban. El surrealismo estaba de moda. Antes de partir hacia Europa, en enero de 1935 (en pleno jucio a Hauptmann), la millonaria Caresse Crosby, su anfitriona en Estados Unidos, les organizó una fiesta de despedida. Dalí se encargó de la decoración del espacio y de los disfraces de los asistentes. La fiesta fue llamada "Baile Onírico". Dalí apareció disfrazado de momia e ideó el traje de Gala: llena de tierra y hojarasca, con dibujos de hormigas subiéndole por el cuello y un muñeco en los brazos que representaba al hijo de Lindbergh putrefacto.

La fiesta fue sonada. El escándalo en el baile y en la prensa fue también sonado. Dalí tuvo que pedir disculpas. Luego, ya en París, los surrealistas de su grupo le afearon la conducta de pedir perdón por un acto surrealista.


Esta historia creo que la oí primero en algún reportaje televisivo de hace años sobre Dalí. Luego, la anécdota la volví a oír en la radio. Existe, al parecer, una foto de Gala y Dalí hecha por la anfitriona de la fiesta, Caresse Crosby, pero no he podido encontrarla.

Para leer algo sobre este hecho, he encontrado sólo breves apuntes en diferentes Wikipedias: francesa, española (al final del párrafo) e inglesa (ésta contiene errores, la fiesta fue en Nueva York y no en Boston y se habla de que fue una idea conjunta con Buñuel).

Para leer sobre la fiesta, la decoración, el éxito de Dalí entre la sociedad y el escándalo que se produjo, os dejo un enlace al libro escrito por Lluis Llongueras sobre Dalí.

En este caso, Dalí fue fiel a un par de frases que he encontrado en Wikiquote: "El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos." y "Lo importante es que hablen de tí, aunque sea mal". Ya, a cada uno, corresponde decidir si se pasó o no.

Todas las fotos están sacadas de Wikimedia Commons.


domingo, 12 de octubre de 2008

Misterios en el mar


Esta noticia apareció en el New York Times el 26 de Febrero de 1873. Si leéis la noticia con atención, veréis las incongruencias: podían haber sido asesinados o desembarcaron en alguna isla, el casco estaba intacto pero se podría haber producido un choque, unos piratas podrían haber robado la carga, pero ésta ha sido reclamada, con lo que aún se encontraba a bordo...

La historia del Mary Celeste es ésta. No le falta ni un dato, porque no existe dato alguno.

El barco se construyó en Nueva Escocia (Canadá) y fue botado en 1861. Por entonces, fue llamado Amazon. El capitán que lo iba a comandar nunca llegó a hacerlo, murió ahogado. El segundo, murió en el primer viaje.

El 5 de noviembre de 1872, nuestro barco, ya bautizado como Mary Celeste, zarpó de Nueva York con un cargamento de 1.701 barriles de alcohol industrial rumbo a Génova. A bordo, la tripulación era de 7 hombres, el capitán Benjamin Briggs, su mujer y su hija de dos años. Hasta aquí todo normal.

Pintura del Amazon entrando en Marsella. Imagen de Wikimedia Commons.

Un mes después, el Mary Celeste fue avistado cerca de las islas Azores por la tripulación del Dei Gratia, cuyo capitán Morehouse, dió la orden de acercarse y pudieron ver el nombre. Todos los del Dei Gratia observaron que no había nadie a bordo, que algo raro pasaba.

El Mary Celeste fue abordado y reconocido de cubierta a bodega, por si sus tripulantes se encontraban en apuros, o enfermos, pero nadie fue encontrado. No faltaba la carga, la ropa estaba colocada en los cajones, no había signos evidentes de lucha. Eso sí, faltaba el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro y el cuaderno de bitácora. En el diario de navegación, que sí estaba en el barco, la última anotación era del 24 de noviembre, que reflejaba que el mar había estado revuelto. Nada más.

Y como la imaginación es libre, y hay historias que dan para mucha imaginación, el Mary Celeste se convirtió en el barco fantasma más conocido, su historia reinventada y recontada, añadiendo cuales elementos pudieran resultar más inquietantes. No ayudó mucho que la primera historia corta que escribió Arthur Conan Doyle, famoso por sus novelas de Sherlock Holmes, estuviera ligeramente basada en el suceso con el Mary Celeste, fuera publicada en un periódico, se diera por cierta y enredara más el asunto (tazas aún tibias...).

El capitán Morehouse ordenó que el barco fuera llevado a Gibraltar y se inició allí una investigación. No se sacó nada en claro, había demasiados interrogantes. El caso se cerró y los pasajeros y tripulación del Mary Celeste nunca apareció.

Se habló de piratas, pero había objetos de valor en los camarotes. Se habló de que la tripulación se emborrachó y mató al capitán y a su familia, pero el alcohol era de uso industrial y mortal. Se habló de una fuerte tormenta que podría haber arrastrado a los de cubierta, pero no se hallaron los destrozos propios de esa circunstancia y, aún así, no hubiera arrastrado a la gente que se hallaba en los camarotes. Se habló de sangre en cubierta, que al final resultó ser óxido. Se habló de que el capitán Morehouse del Dei Gratia podría haber estado en connivencia con el capitán Briggs para cobrar el rescate del barco, pero no se demostró nada. Se habló del ataque de un calamar gigante... Por hablar, que no quede.

La solución más plausible que se barajó es que el barco fuera voluntariamente abandonado por culpa del cargamento, alcohol muy inflamable, que pudo provocar un pequeño fuego, con lo que el capitán pudiera haber ordenado el desembarco y alejarse en el bote salvavidas.

En mayo de ese año, 1873, llegaron a las costas de Asturias dos botes, uno con un cadáver y una bandera americana y otro con cinco cadáveres, pero nunca se investigó a qué barco pertenecían.

Lo que sí es claro como sol de primavera es que el Mary Celeste se convirtió en el modelo de barco fantasma, a la deriva, sin tripulación, navegando por los mares.

Sin embargo, el Mary Celeste no acabó sus días siendo un barco fantasma, aunque sí un barco maldito. En 1884 fue comprado por el capitán Gilman C. Parker, que lo cargó en Boston con rumbo a Haití. Las intenciones del capitán Parker no fueron otras que dar el pelotazo, porque aseguró el barco y la carga por mucho más dinero del que valía. Al parecer, hizo encallar el barco en la costa de Haití, descargó lo valioso, incendió el barco e intentó cobrar el seguro. Pero se descubrió todo el montaje. Algunas fuentes hablan de que se libró de la horca por un defecto de forma en el juicio, otras dicen que se libró por muerte repentina. Tenía dos compinches el capitán: uno se suició y otro murió enajenado en un manicomio. Más leyenda oscura para el Mary Celeste, cuyos restos fueron "descubiertos" en 2001.


Siempre supuse que el Mary Celeste era una invención, porque leí hace ya tiempo un relato de género fantástico sobre él. ¡Cuál fue mi sorpresa al descubrir, hace años, que había existido de verdad!

Para el artículo, he utilizado las Wikipedias en castellano, francés e inglés. También tres páginas (1, 2 y 3), donde lo cuentan mejor que yo. En las dos primeras dan dos explicaciones plausibles, desde el punto de vista náutico, de lo que pudo suceder.

El "recorte de periódico" del principio es una traducción de un verdadero artículo. Al haberlo traducido yo y tener un nivel de inglés que roza el 0, puede tener bastantes fallos, aunque el cuerpo creo que está bien reflejado. Si pincháis, enlaza con el original en inglés.