miércoles, 14 de noviembre de 2007

Que tu corazón sea más ligero que una pluma

No sé cuánto tiempo llevo vagando en este oscuro lugar. Me parecen días, pero aquí siempre es de noche. No se oyen nada más que nuestras pisadas en la roca dura. Camino tras Anubis, el Señor de la Ciudad de los Muertos, con sus ojos que refulgen en la oscuridad. Sólo los he visto un momento, pero me han helado la sangre. ¡Qué tontería acabo de pensar! ¡No tengo sangre!

Lo que sí tengo es miedo. Mi guía no se vuelve ni una sola vez, porque sabe que le sigo, no teme que me escape. Aquí, a mí solo me esperaría la muerte (otra vez), con monstruos malignos que acechan en la oscuridad que huya, para devorarme. Los oigo cuando pasamos al lado de otra galería. Respiran con fuerza, para que no me olvide de ellos. Se esconden en la oscuridad, no se atreven a mostrarse ante nosotros, ante Anubis, que gruñe y les hace esconderse un poco más, tan sólo un paso hacia atrás, esperando a que, horrorizado, corra yo como un loco, dejando la seguridad que me ofrece mi guía.

Andamos y andamos, al encuentro de mi último juicio.

Al fondo hay luz. Anubis se detiene de pronto y me hace ademán de que pase por delante de él. Ahora puedo ver bien su cabeza de chacal, negra como esta eterna noche, vigilándome con fiereza. Me he quedado clavado al suelo, no puedo avanzar, estoy hipnotizado por esa mirada atroz. Abre la boca, ¡el hocico con esos inmensos colmillos! y gruñe. Ahora sí, me muevo.


Estoy en un lugar donde la galería se ensancha. Hay antorchas que iluminan el entorno, pero no el techo que se pierde en las alturas. Hace frío. Estoy en el Duat. He llegado.

Voy al centro de la estancia, donde hay varias figuras que se dibujan a la luz del fuego de las antorchas. Siento como Anubis camina detrás de mí. Las figuras llevan cetros y coronas y rodean una inmensa balanza. No quiero apartar mis ojos de ella, porque sé quienes la rodean, y me dan pavor. Siempre pensé que tendría curiosidad por ver cara a cara a aquellos que veneramos. Pero no quiero ver a Osiris, el primer resurrecto, el que preside el tribunal que ha de juzgarme. Pero llego al lado de la balanza y me mira. Sus ojos oscuros parecen no tener pupila, todo el ojo parece negro. Y su piel... su piel descompuesta, agrietada, verdosa, repulsiva.


De repente, las manos de Anubis que se dirigen hacia mí, ¡mete las manos en mi cuerpo y las saca con mi Ib, con mi corazón! No siendo dolor, no sale sangre, no veo marca alguna en mi pecho. Anubis posa mi Ib en un platillo de la balanza. Hecho esto, todo el mundo mira ahora hacia arriba. De la oscuridad del techo, está bajando una Pluma grande. Es el símbolo de Maat, la diosa de la Verdad, de la Justicia y de la Armonía cósmica. La Pluma se posa en el otro platillo suavemente.


Ahora, el jurado empieza a preguntarme sobre mi vida, mis actos, lo bueno y lo malo que he podido hacer. A cada contestación, sólo puedo decir la Verdad. Si mintiera, no sé qué podría suceder, no me atrevo. En un rincón, está Horus, el escriba de los dioses, anotando cada palabra que se pronuncia. Si titubeo, levanta primero la mano, dejándola suspendida a mitad de escritura. Luego, levanta su cabeza, despacio, y noto como escudriña mis ojos con sus ojos de ibis, buscando algún atisbo de falsedad.


“No he cometido iniquidad respecto de los hombres; no he matado a ninguno de mis parientes; no he mentido en lugar de decir la verdad; no tengo conciencia de ninguna traición; no he hecho mal alguno; a nadie he causado sufrimiento: no he sustraído las ofrendas a los dioses...”

La balanza se va equilibrando. Mi Ib empieza a ser ligero y la Pluma de Maat pesada. Sé que tengo un Ib bueno, siempre intenté ayudar a mis vecinos, a mis parientes, a desconocidos. He sido un buen esposo y padre, aunque nunca se puede tener la certeza absoluta. ¿Dañé sin querer a alguien? ¿Cómo saberlo?


Ya no oigo preguntas, el interrogatorio ha concluido. Los jueces han tapado con sus cuerpos la balanza y no sé si mi Ib era más ligero que la pluma, no me ha dado tiempo a fijarme. ¿Cuál será el veredicto de estos dioses? A algunos los conozco, los he venerado y adorado, les he hecho ofrendas y les he solicitado cosas. Pero sus estatuas son más amables que la verdadera apariencia. A la mayoría de los jueces no los conozco; son dioses ancestrales que hace siglos que olvidamos, tienen rostros feroces y salvajes.

No me salvaré. Mi nombre no será perpetuado y desapareceré para la eternidad. Moriré, de nuevo, en las fauces de Ammit, el devorador de los muertos, nacido con cabeza de cocodrilo, cuerpo y brazos de león y piernas de hipopótamo, la bestia del Inframundo.


Los 42 dioses-jueces han terminado. El veredicto está decidido. Me miran con ojos sin expresión, haciendo más larga la espera, haciendo más pesado el silencio. ¿Es que no me van a decir nada?

Van pasando uno a uno a mi lado y se van por la galería por la que he llegado. Me rozan con sus túnicas, me miran, ¡pero no me hablan! ¿¡Cuál es el veredicto!? Voy a volverme loco. No veo bien la balanza. ¡Ahora! ¡Ahora la veo! ¡Está en equilibrio! ¡No, no lo está! Mi corazón es... ¡más ligero que la Pluma! ¡Viviré para la eternidad!

Ahora, podré reunirme con mi momia y mi nombre será recordado, no desapareceré, no seré devorado. Me noto ligero. Anubis me está mirando y hace un gesto con la mano...

... ¿Dónde estoy? ¡Ah, sí! Estoy en mi cámara funeraria. Aquí están las vasijas con agua y alimentos. Al fondo, tal como yo los coloqué, deben estar mis juguetes de niño. También veo mis estatuas, dos perfectas estatuas, para cobijar mi Ba si mi momia se corrompe y no puedo alojarme en él. Aquí, al lado, está la momia de mi gato, para que me haga compañía. Tengo alimentos, tengo mis juguetes, tengo la tranquilidad de saberme un hombre con justa voz. Y aquí estaré... para la eternidad.





Fuentes: Buscando información para la diosa Maat (la Justicia y el Equilibrio del que dependía la supervivencia de Egipto, porque según el comportamiento del faraón, la diosa hacía que la crecida del Nilo fuera adecuada o no), se me ocurrió hacer una recreación del "Juicio de Osiris". Y ha salido esto. Ruego me perdonéis, que la "literatura" no es lo mío.

La información, de la Wikipedia, al igual que las fotos. La estatua de Osiris está en el Museo del Cairo. La fotografía del Juicio, con Anubis en un primer plano, es del Papiro de Ani, la versión más conocida y amplia que existe de "El Libro de los Muertos", que está en el Museo Británico. La imagen de Ammit es de un papiro que se encuentra en el Instituto Oriental de Chicago. La primera momia es una momia egipcia que está en el Museo del Louvre en París, y la segunda, también egipcia, se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Son todas de Wikimedia Commons.



21 comentarios:

donde duende??? dijo...

Vaya con la ultima foto de la momia¡¡¡¡¡tiene los dedos de los pies iguald egrandes que yo¡¡¡¡jajajja...seguro que calzaba un 45 o 46¡¡¡¡¡jejejjeje....la historia esta tela de chula¡¡¡tanto que ni siquiera me voy a meter contigo¡¡¡¡y ahora que me doy cuenta....soy el primero¡¡¡me he adelantado a joker¡¡¡¡ueeeeeeeeeeeeee...

BEsitos de primero¡¡¡¡¡

Kreus dijo...

La maldición de la momia no me deja poner comentarios....

Kreus dijo...

Ahora ya sí!!

Pues decía (antes de que Anubis me borrara el texto desde el ciberespacio) que vaya pelis se montaba esa gente a cuento de la vida en el más allá para mayor gloria del faraón. Y la cantidad de esfuerzo que se gastaban.

Total para que nos quede una hermosa foto (como señala Donde Duende) de los pinreles de la momia de Nápoles.

Yo personalmente he preferido donar mi cuerpo a la ciencia, aunque eso signifique que dos estudiantes de medicina frikies utilicen mis tibias para marcarse una pelea a lo dart vader y luke skywalker....

Besos majestuosos

kutxi dijo...

Ay, el gatico! :-D

En el British Museum vi una momia de un pez, bueno el sarcofaguito chiquitillo. Flipante.

Anónimo dijo...

Uff, duende, ayer nos pasamos con el alpiste y me da a mi que hoy nos puede adelantar un caracol con almorranas... ainsss... es que no tenemos control ni conocimiento...

Por cierto, Bloggesa, después de leer el artículo no entiendo muy bien las reservas que tenías en novelarlo. Queda bien.

Besos para todos... Mañana más.

Bloggesa dijo...

Duende, jajaja, recuerda entonces no dejar dicho que te embalsamen, más que nada para que luego no te puedan hacer una foto de esa guisa. La foto mola, pero ¡para lo que ha quedao el pobrecito!
Un besote.

Tale, si es que no te has inclinado a sus pies... XDDDD
Además del supercombate con tus hermosas tibias, también podrían hacer algo así. Eso sí que es quedar para la posteridad.

Kutxi, ¡un pez! Jolín, qué nivelazo de embalsamamiento.
Un beso.

Joker, a mí ya me han pasado por lo menos unos 100 caracoles, pero no les he preguntado si tenían hemorroides. Iban demasiado rápido. No lo vuelvo a hacer... (siempre digo lo mismo, jo).

Ansioux dijo...

Fascinante la cultura egipcia. Siempre me ha fascinado. Aunque "El libro de los muertos debo reconocer que me dá un poco de "yu-yu"

Saludos

kutxi dijo...

Bloggesa, he encontrado una página con una foto de dos momias de pez, la del sarcofaguín no la encuentro.

http://www.mummytombs.com/museums/uk.london.british.highlights.rooms6263.htm

Bloggesa dijo...

Ansiouxlover, es mejor el nombre original, por el que los conocían los antiguos egipcios: "Libro para salir al día". Un nombre mucho más alegre.

Un beso.

Bloggesa dijo...

Kutxi, los veo, los veo, en pequeñito pero sí. Gatos, perros, peces... Hay qué ver. ¡Cómo les gustaba estar "acompañados"!

Gracias, Kutxi, un beso.

Paco Becerro dijo...

Una curiosidad que viene al caso. Resulta que el ser humano estaba para los egipcios formado por cinco elementos. El cuerpo, el alma, el corazón (para luego el juicio con la pluma), la sombra, y el Ka, (similar a la conciencia)

Cuando uno muere, se conserva su cuerpo, embalsamado, etc. El corazón se metía en un bálsamo especial en esas vasijas, para en su día ser pesado en la balanza con la pluma, como tú nos cuentas.
Si pasa la prueba, el tercer elemento, el alma, iría al reino de Osiris a disfrutar de su vida eterna, etc.

La sombra, desaparece cuando muere uno. Es de todos sabido que los muertos no tienen sombra. Esto es muy curioso porque lo que produce la sombra es la incidencia del sol, de Ra, el máximo dios egipcio, sobre el cuerpo. Al morir, Ra ya no se posa sobre el ser humano y por tanto ya no tiene sombra.

Lo más bonito, es la historia de Ka. ka viene a ser la conciencia, la que durante tu vida, cada vez que vas a hacer mal o vas a cagarla, te advierte. "Eso no deberías hacerlo" Eso no está bien", etc.

Por eso, al pasar la barca y llegar al juicio de Osiris, en caso de pesar el corazón menos que la pluma, tanto el alma como el Ka van al "paraiso" pero, si no pasara el juicio, el tipo sería condenado pero el Ka no, porque el Ka se lo estuvo advirtiendo continuamente. Eso no se hace, eso no está bien, y no sería justo que pagara el pato.

Por eso, y aquí está lo divertido, la representación jeroglífica del Ka son unos brazos en posición de arriba las manos, como diciendo, "yo no tengo la culpa, yo se lo advertí"

Puedes verlo, menos novelado que como yo lo he contado, en la wiki, pero a mi me lo contó así un egipcio genial. Y si quieres ver una foto del ka de un faraón en una escultura en esta dirección:
http://perso.wanadoo.es/historiaweb/egipto/ka/KA%20DETALLE.jpg

Me quedó largo, parece un post, pero pensé que te gustaría.

Anónimo dijo...

Vaya, muy chulo, futuro bloguero... a Bloggesa le va a encantar, que lo se yo :D.

Mmm... Por eso en manchegorro se dice... ¡Karriba las manos, coño, questo es un atraco!

Bloggesa dijo...

Futuro Bloguero, me lees el pensamiento. Había visto las partes que componen el cuerpo pero no tenía cómo meterlo sin hacerme un lío de componentes. Por eso me limité a poner el Ib, el corazón. Pensaba hacer en unas semanas un post aparte... Pero, tranquilo, que no pasa nada. Me encanta que se hagan aportaciones, cuantas más, mejor.
La foto del enlace no tiene desperdicio, es genial.
Muchísimas gracias, guapo. Un beso.

Joker, aisss, necesitas un par de clases más...

Anónimo dijo...

Un más que excelente post novelado. Felicidades Bloggesa,es genial!

Ciertamente, grácias este post, he redescubierto como se juzgaba el alma de un finado en el antiguo Egipto.

Si lo manda la autora me aprovecho haciendo un Okupación: Según un estudio, La maldición de Tutankamón era real.
Aunque no hubo espiritus de por medio, en las vendas de las mómias se forman unos mohos o hongos que provocan una enfermadad mortal que incluye alucinaciones. la mayoria de participantes en el hallaazgo murieron por esta enfermedad al inhalarlos durante sus investigaciones de campo. Besos a todos. BJ.

Bloggesa dijo...

Gracias, Blackjoker (creo que eres tú). Te digo lo mismo que al Futuro Bloguero: me encanta que hagáis aportaciones. Sí, supe que existe la creencia de que sobrevivió o se formó dentro de la tumba algún tipo de virus o bacteria que podía haber provocado la muerte de varios miembros de la expedición, no así de Carter, el que más papeletas tenía, porque murió 17 años después del descubrimiento.

Muchas gracias, BJ. Un beso.

kamonbeibelaikmaifalle dijo...

Bloggesa,¡¡Enhorabuena por tu entrada 101!!..El tema no podia ser más de mi agrado, siempre me ha intrigado la civilización egipcia, aunque no esté muy documentada al respecto.
Me he quedado algo apurada con lo de la pluma y el corazón.. Creo que no pasaría el juicio final.
Un montón de besos.

Bloggesa dijo...

Kamonbeibe, muchísimas gracias. Tengo en la recámara al menos una buena historia aún de algún egipcio. Es decir, que habrá más. Y no te preocupes, creo que luego había algo de manga ancha en eso del Juicio: que si te hago una ofrenda, señor sacerdote... que si cedo esta tierra, señor sacerdote...
Otro montón de besos para ti, guapa.

Anónimo dijo...

Que entrada más bonita, la verdad es que me ha gustado mucho, estaba sufriendo por el pobre faraón pensando si llegaría la pluma a superar el peso de su ib
Me sumo a lo que dice la mayoría a mi tb me encanta la cultura egipcia, por cierto si pensáramos un poco más en la vida después de la muerte, no tanto como los egipcios, pero algo más que en la actualidad, quizá lograriamos que nuestro corazón logre pesar menos que la pluma, pero lo dudo. Cómo justificaremos nuestra pasividad ante las guerras, el hambre, las injusticias, los abusos sexuales, las torturas... :(
Besos

Bloggesa dijo...

Merche, desde el gran faraón hasta el más humilde esclavo tenían que pasar por el "Juicio de Osiris". Otra cosa es que la tumba fuera más o menos vistosa. Pero a todos los solían enterrar con algún enser y con comida. No en vano es una de las primeras civilizaciones históricas, es decir, que tenían escritura. Y a los muertos los enterraban pensando en que había una vida más allá de la muerte, tal y como también creían muchos pueblos prehistóricos.
Actualmente, nuestro nivel de raciocinio no nos asegura que esto sea así, no sabemos lo que hay después de haber "abandonado nuestro cuerpo mortal".
Aunque, desde luego, no es razón para ser una "mala persona" creer o dejar de creer en una existencia más allá de la muerte. En nombre de las religiones se han hecho barbaridades y en nombre de ninguna religión se han hecho cosas buenas. A nivel personal, es lidiar cada uno con su conciencia.
Un beso, guapa.

Katty dijo...

Leí el post hace días pero no tuve ocasión en ese momento de responder. Felicidades por este postazo!! La cultura del antiguo Egipto es fascinante.
En cuanto al gatito...todo un símbolo de cuanto amaban a sus mascotas y de cómo creían que pasaría su alma a otra dimensión..quizás junto con el amo. Precioso.

Bloggesa dijo...

Katty, amor a las mascotas y miedo a estar solo. Supongo que también hay algo de eso.
Gracias por lo de postazo, eres un encanto.
Un beso.