jueves, 4 de septiembre de 2008

La vida e increíbles aventuras de Alexander Selkirk

Alexander Selkirk fue un marinero escocés. A principios del siglo XVIII, Mister Selkirk estaba enrolado en un barco corsario que fustigaba las costas de Chile. En octubre de 1704, el barco corsario hizo una escala técnica en una isla deshabitada para aprovisionarse de madera y agua potable, antes de volver a Inglaterra. El barco, un galeón llamado Cinque Ports, había sufrido numerosos daños y Mister Selkirk conminó al capitán a arreglarlo antes de aventurarse en el Cabo de Hornos.

Pero para el capitán Thomas Stradling el marinero no era muy de su agrado. Desde que habían salido de Inglaterra, Selkirk había estado en el centro de todos los intentos de motín a bordo. Rechazó la petición de arreglar el barco. El marinero, preso de la cólera, se negó a continuar de viaje y exigió que se le dejara en la isla.

Ya me imagino al capitán más feliz de una perdiz diciéndole:

-Pues bájate (si tienes un par).
-Pues me bajo (pa' par, los míos).
-Pues vale.
-Pues vale.

Y le bajaron. Una vez en la isla, a Selkirk se ve que no le gustó el paisaje. Vamos, que se dio cuenta de que se había acalorado en la discusión, que el capitán no era tan malo, que tal vez tuviera un pequeño problema de actitud, que quería volver a casa... En definitiva, que había metido la pata.

Arrepentido, pidió volver al barco. Pero el capitán seguía un pelín dolido:

-¿Que ahora el barco te parece bien? Pues antes no era lo suficientemente bueno para ti. O a lo mejor es que no te gustaba la compañía. Eres un egoísta: me quiero bajar, me quiero subir, yo quiero, yo quiero, yo, yo, yo...
-Venga, anda, déjame subir.
-Pues ahora te chinchas. ¿No querías isla abandonada? Pues te vas a hartar.
-Jo.

Y se fue el galeón.

En el fondo, ¡quién lo iba a saber!, fue una suerte. El galeón naufragó y ni pasó el Cabo de Hornos.Estatuilla de Alexandre Selkirk

Y ya tenemos en la isla a Mister Selkirk, más sólo que la una, acompañado de gatos y cabras, con un mosquete, pólvora, herramientas de carpintería, una navaja y una Biblia. Y tooooodo el tiempo del mundo.

Dos años después de su desembarco, avistó un barco al que le hizo señas para que le rescataran:

-¡Eh, eh! ¡Aquí, aquí! ¡Ah del barco!
-¡Eh, eh! ¡Un hombre allí! ¡Vamos a ver qué se cuenta! Hola, hola. ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Esas cabras son tuyas? ¿De quién eres?
-Estooooo... ¡Rayos, truenos y centellas! ¡Maldición! ¡Españoles! (Recordemos que era un pirata inglés que atacaba intereses españoles en la costa chilena.) Pues nada. Que estaba por aquí... que iba en un barco... que naufragó... y las mareas caprichosas me trajeron aquí... y mira cómo me veo... que llevo aquí dos años... que si me podéis acercar a la costa... me da igual cuál sea...
-Ya, ya. ¿Dos años? Huy, hace dos años hubo unos piratas ingleses malos... Oye, ¿cómo se llamaba el barco tuyo que naufragó?
-¡Uf! Hace tanto tiempo que no me acuerdo. Con el sol que hace aquí, a lo peor he cogido una insolación y se me ha ido la memoria... o algo...
-Tú tienes acento inglés... ¿tú no serás un pirata inglés de ésos que nos atacaba?
-¿Quién, yo? ¿Inglés? ¡Voto a tal! ¡Soy escocés, of course!
-¿Qué más da? Eres de la pérfida Albión. ¡Te hemos pillado, malandrín! ¡Disparad!

Y tuvo que correr y esconderse porque empezó a caerle una nube de balas. Ni que decir tiene que el barco se fue y le dejaron allí, vivo, y solo one more time.

Dos años y cuatro meses después, el capitán de su capitán... Veamos, el capitán del galeón de Selkirk pertenecía a un grupo de barcos que capitaneaba Woodes Rogers. Este hombre acertó a pasar por la isla donde estaba Selkirk y le salvó, tras 4 años y 4 meses, y además, le dio la capitanía de un navío que habían capturado. Recordando la hospitalidad española, volvió a piratear por la costa chilena y peruana y volvió rico a Londres en 1711.

Fue entrevistado por un periodista, que publicó su peripecia ese mismo año en el periódico The Englishman. Pero nunca volvió a ser el mismo. Gustaba de estar solo, se relacionaba con poca gente. Al final, se volvió a enrolar en un barco y murió, al parecer, de fiebre amarilla en 1721.

La historia fue muy conocida y se considera cierto que Daniel Defoe se inspirara en la experiencia de Selkirk para escribir su novela Robinson Crusoe.

La isla donde estuvo Selkirk pertenece al archipiélago de Juan Fernández, en el Pacífico, a 600 km de la costa de Chile, que se compone de dos islas y varios islotes. La isla donde estuvo se llamaba Isla Más Atierra, que fue rebautizada en 1966 como Isla Robinson Crusoe. La otra isla, que el náufrago ni vio, se llamaba Isla Más Afuera, y se rebautizó también como Isla Alejandro Selkirk, también el 1966 como homenaje.

La isla Robinson Crusoe vista desde un bote. Imagen de Wikimedia Commons.La isla Robinson Crusoe vista desde un bote. Imagen de Wikimedia Commons.


Claro está, nada de humor tuvo que haber en la historia del náufrago.

Como colofón y curiosidad: La isla fue refugio de marinos y piratas durante muchos años. Existe la leyenda de que está allí el Tesoro de Juan Fernández, que fue enterrado en 1715 por el marino Juan Esteban Ubilla y Echeverría, y posteriormente encontrado, desenterrado y vuelto a enterrar por el navegante inglés Cornelius Webb. ¿Qué puede tener de especial? 600 barriles de oro, valorados en unos 10.000 millones de dólares, doce anillos papales, la Llave del Muro de los Lamentos, la Rosa de los Vientos (una de las joyas más famosas, al parecer). De estos dos elementos, nada he encontrado en Internet (¡lástima!). También forma parte de la leyenda que habría parte de los tesoros del Imperio Inca, incluyendo el collar de la mujer de Atahualpa, decimotercer y último emperador Inca. En 2005, un robot georadar podría haber encontrado ese tesoro, pero la burocracia y la dilatación en decidir quién saca el tesoro, ha hecho que se dude de los resultados del robot y que no se haga nada. (!!!)


Fuentes: las Wikipedias en francés, español e inglés. La foto que hay en medio pertenece a una estatuilla de Alexander Selkirk de verdad. Está en Wikimedia Commons. ¿A que da cosa?


13 comentarios:

juan rafael dijo...

Tan sólo ver la foto de la isla me han entrado ganas de estar allí...sea en plan pirata o no.

Bloggesa dijo...

Juan Rafael, la isla donde estuvo Selkirk, la que ahora se llama Robinson Crusoe, tiene ahora una población estable y, la verdad, es que tiene buena pinta. Aunque yo, que nunca he vivido en una isla, creo que me entraría cierta ansiedad... ¡Quién sabe!

Un abrazo. ¡Qué rápido! Apenas posteado, ya comentado.

donde duende??? dijo...

Blogessa...es que... claro que te daria ansiedad¡¡¡de pleno corazon de la mancha a una isla...es logico¡¡¡jajaja...

Anda que el colegita...iba de convenido con los españoles, pues... toma garabe de acero¡¡¡aunque los españoles ya podian haber tenido mas punteria¡¡¡¡asi perdiamos todo¡¡¡¡


Besos piratillas

atikus dijo...

La verdad es que a mí las islas no me convencen, eso si si encontrará el tesoro ese quizás la mirase con mejores ojitos.

Bloggesa dijo...

Duende, la mala puntería no es cosa sólo de los españoles. Hay una cosa que no entiendo de las pelis, que no sé si viene a colación pero que me has hecho acordar de ello. Fíjate en las películas o series de acción, cuando alguien está en una escalera o una pasarela o algo así, siempre, siempre aciertan en la joía barandilla y nunca al humano. ¿Será que hacen las barandillas con imán? Jeje, estamos a viernes.

Atikus, favor que me haces al visitar este humilde lugar.
No entiendo cómo no han siquiera intentado ver si está el tesoro o no. Ya no por el valor pecuniario, si no por el valor histórico. La Llave del Muro de los Lamentos, un nombre fantástico. La Rosa de los Vientos, una joya famosa, que me imagino cuajada de rubíes, esmeraldas y diamantes (esto es especulación, que no he encontrado una mísera descripción). Leyendas al borde de la realidad.
Un abrazo.

Gato Negro dijo...

¿Vivir en una isla desierta? Mmmm, veamos:

- Actualmente mi serie favorita de TV se desarrolla en una isla donde se han estrellado unos tipos en un avión y hay otros con oscuras intenciones...

- El único reality que me ha llamado alguna vez la atención (si tuviera que participar en alguno) se desarrolla en un isla donde tienen que pescar y contruir cosas para sobrevivir...

- Hay una peli de Tom Hanks que me encanta que precisamente va de un tipo que vive en una isla...

- Este verano he estado jugando en la Wii a un juego que se llama "Los Sims 2: Náufragos"...

- Y el año pasado pasé el verano en un sitio que se llama Lanzarote...

Definitivamente creo que es una experiencia que me gustaría vivir, aunque, eso sí, siempre que me pudiera llevar el ordenador y hubiese conexión a internet, jeje...

Salu2

Ana dijo...

hola bloggesa, hacía tiempo que no pasaba por aqui. Me encantó saber en quien se inspiró Dafoe para su obra. La isla es chulísima..pero la estatuilla sí que da cosa.
Un abrazo

Aristos dijo...

Srta. Blogessa me sorprende Ud. con sus inesperados documentos.
Por cierto que Daniel Defoe también es autor de otro libro curioso: Historia del Diablo.

Saludos.

Blackjoker dijo...

Arrr! la Capitana Manchega vuelve a surcar mares revueltos para mostrarnos las historias más increibles! Saludos desde el Mediterraneo.

Besos a todos.Bj.

Bloggesa dijo...

Gato Negro, veamos: Perdidos, Supervivientes, Náufrago, Los Sims 2: Náufragos, Lanzarote...
Sí, parece que te gusta el tema. ¿Puede ser la añoranza del mar que a veces nos pasa a los del interior?
Un beso.

Ana, hola. También es importante desconectar un poco durante las vacaciones. ¡Qué envidia de las tuyas!
La estatuilla tiene un aire ¿macabro? No sé, pero es rara de verdad. Otro abrazo para ti.

Sr. Cronopio, según leo en la Wikipedia el nombre exacto es "Historia política del diablo", y que los estudiosos opinan que Defoe realmente pensaba que el diablo participaba en la historia mundial. Si viviera ahora, pensaría que el diablo y toda su corte diabólica.
Jeje, encantada de sorprenderle. Otro saludo.

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Tan sólo surco los mares electrónicos, que suelen ser bastante tranquilitos. Si ésta te parece increíble... tendrás hoy (si me da tiempo) otra taza, y grande.
Besos, guapo.

Susana dijo...

pues a mi no me da grima perderme en una isla, como me encuentre un muñecajo de esos, le recomiendo mi estilista clonesco y ya está...a la vida hay q ponerle la nariz roja, sino, es insoportable.

Bloggesa dijo...

Susana, a mí no me da miedo perderme en una isla dependiendo de la isla. Ésta hasta la puedo compartir... ¿Te hace?

Anónimo dijo...

hola bloggesa,hice un cuento sobre alexander selkirk para la ruta quetzal 2009,tu blog me sirvio para cojer informacion.No he tenido suerte por k no me han elegido, pero tengo un cuento precioso.Os invito a que lo leais.un saludo y muchas gracias por tu informacion.

http://www.rastafari.es/robinsoncrusoe