jueves, 7 de junio de 2007

¡Qué cosas!

No se puede negar que Yvan Salmon era vehemente. Pero encontró a alguien más impulsivo que él.

Yvan iba a ser uno de los testigos del duelo entre su compañero de trabajo en el periódico La Marseillaise, Paschal Grousset, y el sobrino de Napoleón III, Pierre Bonaparte, a causa de un artículo que al Bonaparte le pareció difamatorio. Y, así las cosas, a casa de Pierre fue Yvan para arreglar las condiciones del duelo. Pero la reunión tuvo de derivar una discusión algo acalorada, porque el resultado fue que una bala (disparada por el impetuoso Bonaparte) mató a Yvan.

El director del periódico, acalorado con el suceso, arremetió contra el Imperio de Napoleón, intentando movilizar a los franceses: "Ved ahora que, desde hace 18 años, Francia está entre las manos ensangrentadas de esos degolladores, quienes, no contentos con acribillar republicanos en las calles, les atraen hasta trampas inmundas para degollarlos a domicilio. Pueblo francés, decididamente ¿no encuentras que ya es demasiado?"

El ambiente político estaba que ardía y la muerte de Yvan, periodista de 22 años, fue como una piedrecita en la ladera de una montaña, que poco a poco, va arrastrando a otras piedrecitas que arrastran otras más hasta convertirse en un increíble alud.

Las autoridades, viendo que el tema tenía todos los visos de escapárseles de las manos, arrestaron a Pierre Bonaparte y organizaron los funerales de Yvan en Neuilly sur Seine, en el extrarradio de París, en la orilla izquierda del Sena, donde creían que podían controlar a los asistentes, que se preveían vehementes.

Nada más lejos de la realidad. Un alud de cien mil personas acudieron, organizando una acalorada agitación antinapoleónica que fue el inicio de la caída del Segundo Imperio.

Pero todo esto que os he contado tan sólo es aderezo. La historia es que Yvan, que firmaba sus escritos en el periódico como Victor Noir, fue enterrado en Neuilly sur Seine. Tiempo después, 21 años más o menos, se preparó su traslado a un cementerio de París, al famoso Cementerio de Père-Lachaise. El escultor Aimé-Jules Dalou le preparó una estatua en bronce que representa a Yvan tumbado, mortalmente herido, justo después del disparo.

La boca está abierta y las manos desmayadas. El sombrero ha rodado, la chaqueta se ha abierto. El pantalón revela un miembro de gran talla. Se dice que Yvan se iba a casar a los dos días y se atribuyen los poderes secretos de su estatua a ese amor. Frotar ciertas partes del bronce se dice que ayuda a la fertilidad y favorece los amores. Os dejo una foto:

Como podéis observar, también tiene las puntas de los zapatos relucientes. ¡Qué vehemencia!

En el 2005, a alguien con poder le entró un acceso de fría mojigatería y pusieron una valla alrededor de la estatua, para que no se volviera a "profanar" el broncíneo miembro viril. Luego recapacitaron y quitaron la valla. ¡Qué cosas!



He utilizado la Wikipedia francesa, ya enlazada. La traducción en cursiva es hecha por mí. También he rememorado la historia que contó Nieves Conconstrina en su microespacio Personajes de la Historia en RNE Radio 1. No os lo perdáis, que lo cuenta estupendamente. Aquí el enlace.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que están subiendo las temperaturas.

kutxi dijo...

Iba a decir que no es un mal modo de pasar la eternidad. Pero por otro lado que se pasen toda la eternidad tocándote las pelotas, no sé yo... :-D

Bloggesa dijo...

Pero de lo que se trata no es de "tocarle las pelotas". Si buscas imágenes de Victor Noir, se ven algunas... algo "atrevidas" para estar en un cementerio. No creo que esté la estatua a disgusto...

Anónimo dijo...

Pues si, alguna hay xD

Eso si que es pasar por la piedra.

Bloggesa dijo...

Si es que llama la atención.

P. S: Iba a poner un comentario picarón, pero no...

Desde luego, la novia se llevaría un disgustazo...

kutxi dijo...

Jodó... me pensaba que el desgaste era debido a frotamientos manuales!

Bloggesa dijo...

Supongo que la mayoría serán manuales... Pero te animas, te animas, una cosa lleva a la otra...XD

Norma dijo...

Jajajajajaj, que distraidos que deben estar los de las tumbas vecinas... bueno, "muertos" de envidia deben estar... si es que hasta en la muerte "marcando" diferencias

Qué bueno!!!!

XDDDDDD

Bloggesa dijo...

jajaja, Norma.

Hay otra tumba donde pasan también "cosas" aunque algo más recatadas: la tumba de Oscar Wilde.