miércoles, 9 de abril de 2008

Las mujeres que pudieron reinar

La historia del Antiguo Egipto abarca más de 3000 años, que comenzaría aproximadamente en el 3050 a. C. con la unificación del Alto y Bajo Egipto por parte de Narmer (o Menes), el primer faraón.

Previamente, habían existido también faraones, pero sólo en el Alto Egipto, por lo que frecuentemente esta dinastía, llamada Dinastía 0, no se cuenta en la cronología. El Antiguo Egipto concluiría en el 31 a. C. con la conquista por parte del Imperio Romano, que marca el fin del desarrollo independiente de su cultura.

Hubo cientos de faraones, algunos muy conocidos. De otros, sólo se tiene un fragmento del nombre. Entre todos ellos, existen mujeres. Pocas, muy pocas. Pero algunas hay.

En principio, el papel de la esposa del faraón era dar la legitimidad el varón para subir al trono. Nunca jamás subió un faraón al trono que no estuviera casado y todas las esposas de faraón siempre fueron de sangre real. La esposa del faraón era la representante de la Diosa Madre Isis.

La diosa Isis. Pintura mural entre 1380 y 1335 a. C. Museo de Karnak. Imagen de Wikimedia Commons.La diosa Isis. Pintura mural entre 1380 y 1335 a. C. Museo de Karnak. Imagen de Wikimedia Commons.

Las reinas-faraón que existieron fueron siempre en circunstancias especiales: no había un sucesor varón del difunto faraón, el que había no cumplía los requisitos (ser, por ejemplo, demasiado pequeño) o su origen podría estar cuestionado. También, si no existía una posible esposa para el futuro faraón, éste se veía desligitimado para acceder al trono, por mucha sangre real que tuviese. En estos casos, la opción era que la viuda del faraón fallecido gobernara Egipto.

La mayoría de reinas-faraón fueron las últimas de su dinastía correspondiente, como una solución de emergencia a la situación desesperada de no haber varones.

La primera reina-faraón de la que se tiene noticia es Nitocris (2193 a 2191 a. C.), el último gobernante de la VI Dinastía. Hay dudas con respecto a su existencia, porque no hay documentos de la época que la mencionen. En el Canon Real de Turín (un papiro que data de la época de Ramses II y que tiene tiene escrita la lista de los faraones, dioses y semidioses que reinaron en Egipto desde el principio de los tiempos hasta Ramses II) ese fragmento con el nombre se perdió y parece que se puso una transcripción defectuosa del nombre de un faraón varón. Sí existe una posterior leyenda que recoge Herodoto con respecto a Nitocris. Ascendió al trono porque su hermano y marido había sido asesinado. Ella invitó a los asesinos a un banquete, hizo desviar el agua del Nilo para ahogarlos y posteriormente se suicidó. De existir realmente, sería la primera mujer conocida que reinó en alguna parte del mundo.

La primera reina-faraón documentada sin ningún género de dudas el Neferusobek (1798 a 1794 a. C.), último faraón de la XII Dinastía. Era hija de Amenemhat III y hermana de Amenemhat IV. También existe la posibilidad de que fuera hija de Amenemhat IV. El caso es que reinó porque el anterior faraón murió y no había varones. Tanto los 4 años de reinado de Neferusobek como su sucesión, fueron pacíficos, a pesar de la inestabilidad del país.

La segunda reina-faraón documentada fue Hatshepsut (1479 a 1457 a. C.) de la Dinastía XVIII. Hija de Tutmosis I y de la esposa real Ahmose. Fue la única de entre sus hermanos que llegó a la edad adulta y su padre parece que la designó como heredera. Pero las intrigas palaciegas hicieron que el visir Ineni sentara en el trono a Tutmosis II, hijo de Tutmosis I y de una concubina. Para validar el ascenso al trono de Tutmosis II, Hatshepsut tuvo que casarse con su hermanastro. A la muerte de éste, no había herederos reales varones, porque Hatshepsut había dado a luz a dos niñas. Ineni consiguió otra vez que fuera nombrado faraón Tutmosis III, hijo de Tutmosis II y de una concubina. Al ser el nuevo faraón muy pequeño y, por tanto, no estar casado, Hatshepsut asumió la regencia. Cuando tuvo todo bien atado, fue el momento para proclamarse Faraón de las Dos Tierras y Primogénita de Amón, haciéndose corregente con su sobrino, que, para el caso, pintaba bien poquito. Reinó durante 22 años y fue un período muy estable y pacífico. Planeó hacer una dinastía exclusivamente femenina, pero su deseo se vió truncado cuando murió su hija Neferura. Tiempo antes, habían muerto también sus apoyos en la corte. Paulatinamente, fue dejando el poder, en favor de su sobrino Tutmosis III. Cuando murió, Tutmosis se encargó de borrar su nombre y obviar su reinado. Hace poco, en el año 2007, se logró por fin identificar la momia del faraón Hatshepsut, que se considera el hallazgo más importante desde la momia de Tutankamón.

Escultura de Hatshepsut, encontrada en Deir el-Bahri. Museo de Arte Metropolitano, Nueva York. Imagen de Wikimedia Commons.Escultura de Hatshepsut, encontrada en Deir el-Bahri. Museo de Arte Metropolitano, Nueva York. Imagen de Wikimedia Commons.

La posible siguiente cronológicamente es Nefertiti (1340 a. C), que, al parecer, fue corregente con Akenatón con el nombre de Anjetjeperura-Neferneferuatón. Sobre este posible correinado se sabe muy poco, los datos son muy escasos. Entre la muerte de Akenatón y el reinado de Tutankamón (1336 a 1327 a. C.) hubo un faraón que reinó unos meses, llamado Semenejkara. Se especula con la posibilidad de que Nefertiti cambiara de nombre y fuera ella misma. Pero nada se sabe a ciencia cierta porque fue una época muy revuelta y porque se borraron los archivos de la época, al ser la memoria de todos ellos perseguida. Lo que sí se ha encontrado son representaciones de Nefertiti con atributos reales, lo que hace pensar que en algún momento fue asociada al trono. También perteneció a la XVIII Dinastía.

Busto de la reina Nefertiti encontrado en el taller del escultor Thutmose en Amarna. Dinastía XVIII. Imagen de Wikimedia Commons.Busto de la reina Nefertiti encontrado en el taller del escultor Thutmose en Amarna. Dinastía XVIII. Imagen de Wikimedia Commons.

La última reina faraón (tercera de las autentificadas o quinta si consideramos a Nitocris y Nefertiti) fue Tausert (1188 a 1186 a. C.) de la XIX Dinastía. Al morir su marido Sethy II, asumió la regencia del rey-niño Siptah. Quiso compararse con Hatshepsut, a pesar de que ella, Tausert, no era de sangre real. Al morir Siptah (era un niño enfermizo y débil), se coronó faraón. Su reinado, 6 años de regente y 2 años en solitario, fue considerado años vacíos, marcados por luchas de poder de los sacerdotes de Amón, de los virreyes de Nubia y la presión de la familia real para derrocar a Tausert.

Hubo otras posibles reinas-faraón, aunque hay pocos datos debido a que pertenecen a las primeras dinastías, de las que nos separan más de 5.000 años. La primera sería Merytneith, en la I Dinastía. Se descubrió su momia en una tumba importante, enterrada con altos honores. Se supone que fue regente durante la minoría de edad de su hijo Horus Den. Lo que se especula es que tal vez fuera investida durante la regencia de los atributos propios de faraón, que luego cedió a su hijo sin problemas o si sólo fue regente y asesora de su hijo y él le construyó una tumba importante por sus desvelos. Existen otras dos mujeres, Jentkaus I y Jentkaus II, de las no se sabe a ciencia cierta si fueron o no faraones. En las traducciones sobre sus méritos (las dos están en el mismo caso) constan las leyendas: Jentkaus, Rey del Alto y Bajo Egipto, y madre del Rey del Alto y Bajo Egipto. Según algunos expertos esto no es más que una mala interpretación y que realmente quiere decir Jentkaus, madre del Rey del Alto y Bajo Egipto y madre del Rey del Alto y Bajo Egipto, indicando que dos hijos suyos llegaron a ser faraones.

Seguramente os estaréis preguntando por la famosa Cleopatra. La última dinastía de faraones egipcios fue la Dinastía Ptolemaica. En este caso, las reinas eran corregentes del trono, gobernando con sus maridos y, en los pocos casos en que alguna reinaba sola, era en una situación de debilidad y no aceptadas por el pueblo. Los Ptolomeos aceptaban las costumbres egipcias, pero en su comportamiento eran griegos. Y las reinas, más que un poder efectivo, sólo querían conservar el trono, urdiendo intrigas palaciegas. Cleopatra VII nunca fue reina nominal de Egipto, porque los reyes fueron sus hermanos Ptolomeo XIII (murió ahogado huyendo del César) y Ptolomeo XIV (probablemente murió envenenado por Cleopatra). También reinó con su hijo Ptolomeo XV Cesarión (asesinado por Octavio que deseaba el título de faraón). Durante el reinado de Cleopatra, tuvo un breve ascenso al trono su hermana Arsínoe, que quería echar a los romanos de Egipto. Fue depuesta, traicionada en su huida y asesinada por Marco Antonio. En el final de la época Ptolemaica, muy pocos murieron de muerte natural.

Cleopatra VII. Siglo I a. C. Museo de Berlín. Imagen de Wikimedia Commons.Cleopatra VII. Siglo I a. C. Museo de Berlín. Imagen de Wikimedia Commons.


Por si os apetece investigar sobre los faraones y las diferentes dinastías, os dejo estos dos enlaces de la Wikipedia: la lista de los faraones y la cronología de las dinastías. Las fechas de reinados que pongo en el post son meramente orientativas, porque varían según el egiptólogo que escojamos.

Se me olvidaba. Este post está dedicado a Mad Hatter, que me preguntó en el post anterior por Cleopatra.


13 comentarios:

Chicho dijo...

Es la única historia con la que no puedo...La Romana me encanta..la griega ni te cuento...pero la egipcia se me atraganta.....Aún asi me leido tu post...

juan rafael dijo...

Me parece muy bien la historia de las faraonas desde la primera hasta la última: Lola Flores, pero ciertamente, en vez de una enumeración, esperaba algo así como los avances positivos en los que habian intervenido cada una.
No obstante, te has aplicado.

Susana dijo...

yo soy la reinona de mi casa y olé jejejeje me gustó el tema, q lo sepas, pero claro, viendo mi maravilloso reino, cualquier reinito de pacotilla se queda pequeñajo...jiji besos su

Ana dijo...

Queda claro que cuando gobernaba una mujer en la época del antiguo Egipto eran tiempos de paz y calma en el reino. Si las mujeres gobernaran el mundo y sustituyeran a mandamases como Bush, por ejemplo, el mundo viviría en paz. Estoy segura.

Ana dijo...

PD: No quiero crear polémica eh? pero es que nosotras no somos víctimas de la testosterona :P Además me ha dado rabia que solo pudieran ellas reinar cuando la cosa pintaba chunga.

Mad Hatter dijo...

Muchas gracias por la dedicatoria "Bloggesa". Pues para no ser reina, Cleopatra influyó bastante en la historia.
Parece que los egipcios tenían conocimientos muy elevados en medicina y cirugía, pero... ¿Os imaginais lo que hubiesen sido todos esos follones sucesorios si hubiesen tenido los conocimientos actuales de reproducción asistida, clonación e ingeniería genética? Posiblemente, en lugar de George Bush, el poder mundial estaría en manos de un clon de Ramses II, o algún otro faraón.

Bloggesa dijo...

Chicho, pues qué pena que se te atragante la egipcia. Hay personajes muy interesantes. Aunque con la romana y la griega no faltan nunca cosas que aprender. Un abrazo.

Juan Rafael, la civilización egipcia era muy poco dada a los cambios. En 3000 años apenas evolucionó y los avances positivos que dices están difuminados bajo una capa de tiempo que llega a los 5000 años. La única que tuvo tiempo para hacer algo, y que se sepa su autoría fue Hatshepsut, a la que dediqué un post hace ya tiempo. El resto tuvieron, en algunos casos, muy poco lapso de reinado. Fueron poco belicosas y les dió poco tiempo a construir otra cosa que no fuera su tumba y restaurar otros edificios. Al reinar en épocas difíciles, se las borró de los anales, lo que complica aún más seguirles el rastro.

Su, ¿Egipto reinito de pacotilla que se queda pequeñajo? ¡Así me gusta! ¡La moral siempre bien alta!
XDDDD Besotes, preciosa.

Ana, sí, a las mujeres les tocaron siempre las peores épocas. Y a la única que no le tocó (Hatshepsut) fue una época muy poco bélica y próspera. Seguro que el mundo cambiaría si gobernaran más mujeres. Jeje, crea polémica, mujer, que no pasa nada. Creo que todos los lectores de este blog estarán muy de acuerdo contigo, menos Duende... eso sí. Un abrazo.

Mad Hatter, de nada. Cleopatra fue la última reina de Egipto y se acabaron los 3 milenios de civilización. Ahí es nada.
Lo de la clonación y la ingeniería genética, no. Pero la medicina de la reproducción no debería estar muy mal, a su nivel, claro. Me inclino a pensar que será una de las áreas médicas más antigua. Hmmm, no creo que hoy, a pesar de los avances, clonen a Bush.
Un beso.

Anónimo dijo...

Mmmm... un mundo gobernado por mujeres...

Vale, hay van mis candidatas: el rey y la reina del mundo mundial

Jua Jua Jua JUAAA

Anónimo dijo...

:S Vaya falta de ortografía... ahí van quise decir.

Kreus dijo...

Dime la verdad, ¿Ptolomeo padecía incontinencia?

XDDDD

Besos!!!

Bloggesa dijo...

Joker, ¡dónde encontrarás esas cosas! El rey tiene que dar guantazos como panes. Y la reina, ¿tiene que ser del mundo mundial? No sé, no sé, no la veo yo...
Tronchante, jokercillo. Un besote.
¡Falta, falta! Va, te perdono.

Tale, XDDDDD
Hubo 15 Ptolomeos. Más de 300 años de Ptolomeos. Como todos tuvieran incontinencia... Besos para ti también.

Desde luego, sois unos gamberros. Me parto con vosotros.

Anónimo dijo...

Me voy ahora mismo a ver la exposición sobre el Egipto pasado por agua de ese envidiado equipo de coleguis submarinistas que me matan de ponerme los dientes largos.
Te abrazo fuerte porque cada dia me pones mas.
http://mishuevos.blogia.com/

Bloggesa dijo...

¡Huy! Tú sí que me pones... ¡colorada!
Y yo te doy un beso, descarado. XDDDD